La guerra de Ucrania trae connotaciones trascendentales en el mundo capitalista mundial. La desenfrenada obsesión del imperialismo norteamericano por imponer sanciones, a diestra y siniestra a los países que no se someten a sus designios ha generado una reacción muy importante en el propio capitalismo, básicamente en el capitalismo “oriental”.
Para instrumentar sus “castigos”, los norteamericanos vienen utilizando desde hace algunos años el SWIFT (acrónimo de Society for World Interbank Financial Telecommunication, en castellano, Sociedad para las Comunicaciones Financieras Interbancarias Internacionales). Fundado en Bruselas en 1973, ayudó a establecer un lenguaje en común para las transacciones financieras, un sistema de proceso de datos compartidos y una red de telecomunicaciones mundial; pero, no fue sino hasta 1977 que el primer mensaje SWIFT pudo enviarse.
Esta red SWIFT, controlada por EEUU, es una herramienta económico-financiera estratégica crucial para la integración de servicios tales como pagos interbancarios, inversiones, transferencias, comercio exterior, etc., la cual procesa más de 10 millones de mensajes diarios entre 8.000 instituciones financieras localizadas en más de 200 países, con disponibilidad las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Es precisamente por esos años, que el presidente norteamericano, Richard Nixon puso fin a la convertibilidad del dólar con el oro físico, el 15 de agosto de 1971, lo cual se anunció como una medida temporal, que como veremos luego, fue una atroz mentira.
Remontándonos en la historia, Bretton Woods, un pequeño poblado turístico de la costa este de EEUU, fue el sitio escogido para el desarrollo de la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, terminando (en 1.944) la segunda guerra mundial. Allí se firmaron acuerdos que dieron forma a la economía de la posguerra, con la creación de dos instituciones clave: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, conocido hoy como Banco Mundial (BM), ambos con sede en Washington.
Un acuerdo trascendental fue el que decidió fijar al dólar como la moneda de referencia mundial; el patrón dólar-oro hizo que todos los países cotizaran sus monedas frente al dólar, que, a su vez, como ancla o garantía, debía ser convertible en oro a un precio fijo: 35 dólares la onza troy (que equivale a 31,1 gramos). Se puso en marcha entonces un nuevo sistema monetario mundial liderado por EE.UU. que consagró el dólar estadounidense como única moneda convertible en oro, por lo tanto, como única divisa internacional. Por ello, las diferentes divisas del mundo pasaron a cotizar frente al dólar (y no frente al oro), y su tipo de cambio fijo estaba determinado por la cantidad de oro que un país tuviera almacenada en la Reserva Federal.
Otras monedas podían devaluarse frente al dólar, que es equivalente a devaluarse contra el oro. Sin embargo, el dólar no podía devaluarse, al menos en teoría. Era la piedra angular de todo el sistema destinado a estar anclado permanentemente al oro.
Con el pasar de los años, se evidenció claramente que el volumen de dólares circulando en todo el mundo era muy superior a la cantidad de oro disponible en las bóvedas de seguridad de la fortaleza militar de Fort Knox de EE.UU. Lo que siguió después de una serie de sustos y de crisis financieras reiteradas fue un pánico bancario; acciones y movimientos de protesta por todo lado, cuestionando la cantidad de las reservas de oro de EE.UU., movimientos liderados por Charles de Gaulle, por entonces presidente de Francia y con muchos países exigiendo a los norteamericanos la devolución de su oro guardado allá, pues consideraban que se había cometido una verdadera estafa global.
A partir de allí, EE.UU. buscó «refugios» para sostener el dólar, como moneda hegemónica dominante, primero en el petróleo, con el PETRODÓLAR, luego con la droga, el NARCODÓLAR [1], que parcialmente algo ayudó, pero que al día de hoy y, luego de que varios países comenzaron a dejar de utilizar al dólar como divisa de compra-venta, se comienza a derrumbar el imperio del mismo.
En todo este período, desde el abandono del patrón oro (1971), EE.UU. no ha cesado en imprimir e imprimir billete y billetes, lo que está generando desde hace algunos meses (antes mismo del conflicto en Ucrania), una galopante inflación, que, al mes de junio de 2022, llega al 9,1%, aunque algunos analistas norteamericanos hablan de una inflación de 2 dígitos, que es ocultada por las autoridades gringas. Un panorama similar se vive en los países europeos, con una moneda atada al dólar, es decir, sin ningún respaldo tangible, en donde la inflación interanual a junio es de 8,6%, valor que no se veían, al igual que en EE.UU., desde hace más de 40 años.
Con el abandono del patrón oro, EE.UU. ha venido consumando un gigantesco robo al planeta entero, cifra que el politólogo mexicano Alfredo Jalife-Rahme la estima en 10 BILLONES de dólares ($10.000.000.000.000) anuales, equivalente a casi la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos (24,7 billones al 2021 según FMI). Sin el sistema dólar, la riqueza estadounidense estaría muy por debajo de China y casi empatado con Japón y Alemania, subrayó el politólogo.
Con esos escandalosos montos del saqueo mundial, el imperialismo norteamericano se dio el lujo de hacer la guerra(invasiones) en varias naciones de África, América, Asia y Europa; de armar hasta los dientes un ente guerrerista y del saqueo como la OTAN, que debió haber desaparecido al mismo tiempo que desaparecía la URSS, con armamento(incluido el nuclear) vendido principalmente por los mismos norteamericanos; igualmente fue un período en el que instalaron no menos de 1.000 bases militares en numerosas naciones de todos los continentes. Su hegemonía con el dólar, le facilitó, por otro lado, el control planetario de las transacciones, transferencias de dinero entre países, a través del ya mencionado sistema SWIFT, que le permite de una forma por demás ilegal e ilegítima, imponer sanciones por doquier.
¿Nuevo orden económico financiero?
Iniciada la guerra, comenzaron las sanciones de la OTAN, EEUU y Europa contra Rusia. Sin embargo, las consecuencias son bastante negativas no solo para las partes en conflicto: Rusia Ucrania, sino para los mismos instigadores, Estados Unidos Europa, pero que afecta también a varios países en otros continentes.
El propósito fundamental de las sanciones era el provocar un descalabro económico al gigante euro asiático y evitar que este financie la guerra. Treinta días después del inicio del conflicto, Joe Biden, anunciaba “sanciones sin precedentes que reducirían casi de inmediato el rublo a escombros”.
Las sanciones incluyeron precisamente la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT (que permite, entre otras cosas, la transferencia de dineros entre países) y el congelamiento-inmovilización de las reservas internacionales, dólares, euros y oro, de su Banco Central. Rusia, es al parecer, el país más sancionado del mundo, por encima de Corea del Norte, Irán y la propia Cuba; se habla de más de 7.000 sanciones y, por lo visto, se han estado preparando, sobre todo desde 2014, luego de la anexión de Crimea.
Como parte de la guerra comercial, económica, financiera, etc., y en respuesta a las numerosas sanciones, Rusia anunció una medida que está trastocando el tablero económico financiero mundial, cuando el 23 de marzo pasado Putin dijo que los países a los que Moscú considera «hostiles», entre ellos los 27 miembros de la Unión Europea (UE) y los propios EEUU, tienen que pagar en rublos por el gas, desde el pasado 1 de abril.
El Gazprom bank, vinculado a la empresa gasífera más grande del mundo, la rusa Gazprom y uno de los 2 únicos bancos rusos que hipócrita y astutamente, no han sido sancionados, como tampoco desconectados del sistema Swift, abrió 2 cuentas a los compradores, una en euros y dólares, que depositan sus clientes y, otra en rublos, que el banco los cambia de acuerdo a la cotización en la bolsa de Moscú. Con estos rublos, el banco paga en rublos al vendedor Gazprom. De esa forma, los países compradores están obligados a tener euros y dólares, pero en Rusia, en el mencionado banco, para adquirir gas y petróleo y por tanto deben poseer grandes reservas en esas monedas.
¿Por qué en Rusia?
Porque simple y llanamente, a partir de las sanciones luego de la invasión a Ucrania, europeos y gringos comenzaron a congelar, es decir a incautar todos esos pagos en los bancos europeos y estadounidenses; dicho de otra manera, los rusos estaban «vendiendo» su gas y petróleo GRATIS. Inclusive fueron más lejos, cuando congelaron-incautaron el 50% de las reservas internacionales rusas tanto en dólares como en oro, equivalentes a alrededor de $300.000 millones. Sin embargo, estos actos arbitrarios de piratería gigantesca, en pleno siglo XXI, no son la primera vez que ocurren; refresquemos la memoria con algunas otras: contra Irán en 1979; Irak, 1990; Yugoslavia, 1991; Zimbabwe, 2002; Birmania, 2003; Siria, 2004; Libia, 2011; Venezuela, 2019; y, recientemente Afganistán, 2021, todos ellos perpetrados por los norteamericanos.
El Credit Suisse, uno de los bancos más grandes de Suiza declaró que el nuevo orden mundial requerirá un nuevo orden financiero, pues la transición del pago con monedas nacionales socavará el papel del dólar. A continuación, aseguró que el bloqueo de los fondos de divisas rusos puso en dudas la fiabilidad de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. ¡Ojo!, más de $8.000 millones de la reserva ecuatoriana están «invertidos» en esos bonos gringos, si llega al Ecuador un gobierno popular, de izquierda, no muy amigo de los gringos, ¿qué pasaría con nuestro dinero?
«No queremos depender de un sistema cuyos amos pueden robarte el dinero de la noche a la mañana» se quejaban los rusos. Es entonces que Rusia dió otro paso estratégico gigante, cuando tomó una decisión trascendental, anclar el rublo al oro, es decir que regresamos a 1944, a Breton Woods. El cambio es fijo, como en 1944, pero, de 5.000 rublos por cada gramo (ya no en onzas, que es una medida de peso estadounidense) de oro, tasa válida hasta el 30 de junio, que luego podría ser variable. Esto hizo que el rublo se revalorizara, pues de 143 rublos por dólar que cayó la moneda rusa, al inicio de la guerra y luego de las sanciones, se recuperó a 100 a fines de marzo, hasta ubicarse en alrededor de 80 por dólar, que es la cotización que tenía antes de la guerra.
Por estos días, el rublo mantiene su fortaleza y su cotización respecto al dólar es de alrededor de 60 rublos por dólar, alcanzando sus máximos históricos, igual ocurrió en su cotización frente al oro, que se sitúa en 3.454 rublos por gramo de oro, convirtiéndose en la moneda con mejor desempeño del mundo en 2022.
«Lo que estamos viendo en este momento parece el nacimiento de un nuevo sistema monetario multilateral respaldado por oro y materias primas», señaló el analista en metales preciosos de BulionStar, el principal distribuidor de lingotes en Singapur, Ronan Manly en una entrevista con el portal RT. Esto representaría el comienzo del fin de ese sistema chantajista de 50 años, de la era del petrodólar, del narco dólar. Con esta paridad fija entre el rublo y el oro y la decisión de Moscú de aceptar los pagos por el suministro de gas ruso solo en rublos, el hidrocarburo ahora también queda vinculado al oro a través del rublo, por lo que Rusia podría comenzar a aceptar oro directamente como pago por sus exportaciones de gas, lo que se podría aplicar también al petróleo o cualquier otra materia prima, como los minerales, insumos y productos agrícolas(alimentos), etc.
Sobre las consecuencias para otras monedas, las sanciones occidentales como la congelación de la mayoría de las reservas de divisas de Rusia que «dejó en evidencia que los derechos de propiedad sobre las reservas de divisa en el extranjero pueden no ser respetados» y si Moscú acepta el pago de petróleo en oro, le seguirán otros países productores de gas natural y oro como Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Venezuela, Brasil, China, México, Nigeria, etc., dando lugar a un nuevo sistema monetario multilateral.
El mismo sistema Swift comenzaría a perder su hegemonía, pues Rusia y China ya tienen un sistema de transacciones similar, para su comercio bilateral. cada vez más países examinan la introducción de los pagos en monedas nacionales: en particular, Rusia lo hace con China e India, Irán con China, Arabia Saudita lo va a hacer con China, los Estados miembros de la Unión Económica Euroasiática ya acordaron hacerlo. Rusia también está examinando este método de pagos con sus aliados de Asia y África. Incluso, el BRICS, bloque de países conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, quieren lanzar una moneda, libre de chantajes, que reemplace al dólar.
Entonces, con lo sucedido alrededor del actual conflicto, parece evidente que EEUU, en plena decadencia, frente a otras potencias, en ascenso, como China y Rusia, cayó en su propia trampa, que condujo a la muerte, que ya se veía venir, del viejo orden unipolar y creó una rápida transición a un mundo multipolar, cuya aparición Estados Unidos quiso evitar a sangre y fuego. ¿Continuará el dólar siendo la divisa hegemónica?, tal parece que no y, más bien el oro se apunta a recobrar su hegemonía de antaño.
Lo que sí es cierto es que asistimos en la actualidad al nacimiento de un nuevo orden económico-financiero mundial, sitio en el cual se desatarán las pugnas interimperialistas occidente, con EEUU, la UE y resto de países occidentales vs. El bloque oriental, comandados por China, Rusia, los Brics y otros.
Notas. –
[1]- Salida de EEUU de Afganistán, dólar y drogas, Mariano Santos, Periódico Opción, 22 de septiembre de 2021.
https://periodicoopcion.com/salida-de-eeuu-de-afganistan-dolar-y-drogas/
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