El 11 de septiembre en el mundo tiene una significación especial, es el recordatorio de dos hechos que marcan la historia de los pueblos de América Latina y el mundo.
De un lado año 1973 y de otro el 2001, el primero cuyo escenario fue la patria de Gabriela Mistral, Pablo Neruda, y culminará con el asesinato del Presidente Salvador Allende y la instauración de la dictadura fascista del General Augusto Pinochet que durante 17 años desangró la patria del cantautor Víctor Jara uno de los iconos de la resistencia asesinado y significó 4.000 asesinados y más de 40.000 torturados perseguidos y exilados, según organismos de derechos humanos.
El enemigo en esos años de la guerra fría, el comunismo internacional, que validaba el intervencionismo, la invasión, la conspiración del Departamento de Estado, la CIA con la complicidad de las cúpulas militares fieles a los intereses del amo del Norte, implementaron el denominado Plan Cóndor que impulso una serie de operaciones encubiertas contra el denominado peligro de la subversión, el comunismo internacional, realizando una serie de acciones contra dirigentes políticos y sociales, la muerte por decir lo menos sospechosa de Omar Torrijos Presidente de Panamá en un accidente aéreo y cuyos tentáculos se extienden al accidente aéreo donde falleció el presidente Jaime Roldós. ¿Coincidencias de la época?
El atentado a las torres gemelas de 2001 dejo alrededor de 3.000 víctimas, e inauguró un nuevo momento en la historia moderna, emergió un nuevo enemigo de “ la libertad, la democracia y el orden capitalista, el blanco ahora en el mundo era el combate al terrorismo, el narcotráfico y la defensa de la democracia, y en su nombre los estados imperialistas a la cabeza USA, con las transnacionales de la muerte, los fabricantes de armas, incursionan allí donde los intereses de la geopolítica y las transnacionales lo demanda, generando conflictos militares en África, Asia, invadiendo Irak, Siria, desangrando la República Democrática del Congo, Somalia entre otros países víctimas de la agresión de las potencias.
En común frente a estos hechos ha quedado claro la mano siniestra del gobierno de los EEUU en el golpe de estado en Chile, el rol del gobierno norteamericano en asocio con las dictaduras del cono sur para la implementación del denominado Plan Cóndor, así como en el financiamiento, formación: de AL Qaeda, Isis y el estado Islámico, útiles en un momento para afirmar su dominio y luego instrumentos para justificar sus agresiones, cada vez se evidencia con mayor claridad que los atentados a las torres gemelas tenían el conocimiento de gobierno y los aparatos de seguridad de EEUU, quienes tomaron estos atentados como base a su actual política guerrerista sin importar los miles de víctimas, que para la doctrina de seguridad pasan a ser daños colaterales en esta cruzada por perennizar el poder del capital a cualquier costo.
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