El futuro del Ecuador luego de la consulta

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En la Consulta Popular sobre el Yasuní, la opción del Sí logró el 58 % de la votación y, en el caso de la Consulta sobre el Chocó Andino, el Sí obtuvo el 68% en sus cuatro preguntas. Los resultados de las dos consultas —que surgieron de la iniciativa popular— marcan un claro mensaje: El extractivismo se ha constituido en una amenaza, los ecuatorianos (as) quieren un desarrollo respetando la vida.

La Consulta del Yasuní y sus resultados, implica suspender la explotación y en el plazo, de un año la petrolera estatal debe salir de la zona. En el caso de la Consulta del Chocó Andino, desarrollada solo en el Distrito Metropolitano de Quito, involucra impedir la minería metálica en cualquier escala y proteger el agua, los ecosistemas únicos del Chocó Andino y a su población.

Una vez establecidos estos resultados, vuelven al debate algunas ideas que descontextualizan varias realidades: “Vamos a perder 1.200 millones anuales”; “el desmonte de los equipos en el bloque 43 representa aproximadamente 4.500 millones”; “las empresas mineras y petroleras no van a llegar al país razones por las cuales va a crecer el desempleo y varios problemas sociales”. Sin embargo, la realidad es otra, llevamos 50 años de extracción de petróleo y no salimos de la pobreza. Respecto a los supuestos 1.200 millones, se ha demostrado, de manera técnica, que no es así. Por citar una realidad, según el departamento de Estadística y Análisis de los Estados Unidos, el precio del barril WTI (usado como referencia para estimar el precio del crudo ecuatoriano) llegará al 2025 a alrededor de $65/barril, razón por la cual los 1.200 millones que dicen vamos a perder no es real ya que el Gobierno, para llegar a ese monto, calculó el precio de cada barril a USD 89. 05.

Un estudio realizado por varios investigadores de la Universidad Central del Ecuador señala que, al ritmo de extracción actual, las reservas de petróleo probadas se terminarán en el 2028. Además, en el contexto global, según datos del Banco Mundial, la inversión en el sector petrolero se ha reducido en un 20% en los últimos cuatro años. Razones por la cuales, el desmonte de los equipos y maquinarias en los campos petroleros, se tienen que desarrollar en cualquier momento. La gran diferencia es que el petróleo del Bloque 43, ubicado dentro del Parque Nacional Yasuní, el desmonte se realizará en esta reserva de biósfera, precautelando la vida y no una vez la misma este afectada.

Que debemos cambiar la forma de alcanzar los recursos para la economía del país es también una necesidad urgente. Solamente eliminado los subsidios que se entregan como exoneraciones tributarias al 10% más pudiente del país, el Fisco podría recibir USD 598 millones anuales, valor que es cuatro veces superior a la pérdida real estimada por dejar el petróleo bajo tierra en el Yasuní. Pero también es necesario dejar la demagogia y corrupción. Recordemos que desde el régimen de Gabriel García Moreno se viene hablando de cambiar la matriz productiva y, lo único que se ha hecho desde los diferentes gobiernos de turno, son grandes negociados mientras se desangra a varios territorios y que hoy, mediante la voluntad popular, se han pronunciado, voluntad que debe ser respetada y ejecutada.

Andrés Quishpe
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