Crecimiento de pandillas y alianzas

publicado en: Opinión | 0
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Por: Esteban Ortiz

Varios medios de comunicación señalan que fue el año 2003 en el cual se establecen vínculos con los carteles mexicanos; antes ya existían nexos con bandas colombianas, llego la mafia albanesa y con ello la mayor demanda de droga.

Los carteles crecieron, establecieron más nexos con diversos miembros de instancias públicas, también contaban con vinculaciones políticas que se visibilizaron, por las detenciones o por denuncias, que incluso habían alcanzado hasta el gobernador de Manabí, a otros se los relacionó con elementos políticos del gobierno de Correa, se habló de aportes a la campaña de Correa, es decir se evidenció los nexos políticos con personajes de la entonces Alianza País.

Investigadores y periodistas presentaron trabajos y sus reflexiones que dieron a conocer de pandillas que eran parte del circuito de narcotráfico, que fueron cooptados como fuerza de choque del correismo y que los planes para una reinserción en la sociedad fueron pocos, algunos se los incorporó en los listados como asambleístas, mencionan de un posible pacto, evidenciado por la reducción de homicidios, a cambio  de  cierta protección por parte del gobierno de  Correa.

La presencia de los carteles internacionales agudizo el narcotráfico, el dinero y la droga abundaba, el crecimiento del mercado nacional hizo crecer también las confrontaciones de las pandillas por el mercado y por relaciones con los carteles, los cuales pues suministraron enseñanzas, armas, etc.

Las capturas de drogas en el 2007 fue 26,33 toneladas Tn, en 2008 captura 30.34 Tn, del 5 de enero de 2007 – 24 de mayo de 2017 se capturó 613,90 Tn de droga con un valor de 2.456.000.000 de dólares. Que a juicio de entendidos fue un 30% de lo que circula (2.040 Tn), la pregunta es cómo llegan a las ciudades costeras, porque el tráfico debió hacerse en transporte grandes, no en pequeños paquetes, como pasan los puestos de control del ejército, de la policía?  Si ellos están encargados de las fronteras y de sitios particulares con unidades de elite- especializadas.

Durante los gobiernos de Moreno y Lasso el tráfico no se frenó, por el contrario, continuo y creció, así Lasso se jactaba de capturar 502 Tn, o sea que circulando seria más de 1.500 toneladas es decir aumento, el comercio continuó por las enormes utilidades, algunos dicen que más que los ingresos petroleros (Plan V).

Para mover todo esto se necesitaba mano de obra y Ecuador lo tiene, con millones de desempleados, particularmente de jóvenes excluidos de la educación, familias con pocos ingresos, con parientes enfermos, etc., un Estado y gobierno que hacen poco o nada para atender los problemas sociales. Es decir, un lugar adecuado para reclutar para las pandillas al servicio de carteles.

A la par del crecimiento de la circulación de drogas las detenciones aumentaron   las cárceles empezaron a tener presencia de  pandillas asociadas a carteles que se  enfrentaban entre sí para el control de las mismas, con la anuencia de funcionarios encargados del control y de quienes cumplían funciones de dirección, estableciéndose  nexos económicos (ganancias), por permitir ingresos de objetos de toda naturaleza, personas, hasta construcciones para los allegados y  jefes de pandillas convirtiéndose en el  verdadero control.

Cada vez la presencia de las pandillas era más notoria, establecían más zonas controladas en varias ciudades, ello se conocía, y poca fue la respuesta de la fuerza pública y peor aún nunca se tomaron medidas preventivas ni de atención a las necesidades de la población, ni de rehabilitación de los detenidos y dirigidos a quienes se incorporaron a esos negocios ilícitos.

Como ya existía tolerancia al uso de drogas en el país, para los traficantes se convirtió en una mayor oportunidad y creció el microtráfico. A más de ello los pagos de carteles a sus “colaboradores” les pagan con droga, dinero armas.

Los traficantes que se los detenía salían sin mayor dificultad lo que les permitió ganar confianza en que si sucedía algo su permanencia en las cárceles era temporal “gajes del oficio”, mostrando la infiltración a la justicia.

Este “negocio” evidentemente que tiene “competencia empresarial”,  también está regido por  las leyes del capitalismo la oferta y demanda, hace  que las “empresas”  compitan por el mercado, y en esa competencia aplican también  todo lo que está a su alcance , tornándose esta competencia en desalmada, brutal, y como se encuentra  al margen de la ley  usan también  esos métodos en contra de la ley  creando grupos  encargados de diversas actividades, movilización de la mercancía, protección, distribución,  recaudadores, inversionistas, defensores abogados, es decir tienen todo lo que una  empresa necesita los cuales se disputan por dar “mejor servicio, por mostrarse más competitivos ”.  Lo cual se evidencio en reyertas al interior de cárceles, para imponerse, controlar y desde allí organizar todo. Luego pasaron a las calles con mucha violencia y con víctimas inocentes pues son millones de dólares que recaudan y se encontraban en juego.

La competencia se hizo más evidente lo que significo choques entre ellos por mejor culminar el negocio y ofertar lugares seguros y rápidos para sus envíos, un aparato que compite y esa competencia se la realiza en todo nivel, por mercados nacionales, en el control zonas territoriales por donde ingresa circula, o como centros de acopio para su “producto”.

En las calles los enfrentamientos se realizan por el control del mercado para el microtráfico, las bandas se dividen y subdividen, pero en su momento, obedecen a un solo objetivo, pues los grandes distribuidores si conversan, negocian.

Revista Rupturas
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