Recordando tu cabellera, tus ojos claros,
Recordándote me encuentro entre tristeza,
Tus manos tibias, tus arrullos por la noche,
Tus sabias palabras y ese gran consejo,
Ahora que no te tengo hace falta un hombro,
Un arrullo por las noches a la edad que tengo.
Por cada lugar que voy te recuerdo,
Tan presente, tan real,
Como si no hubieras muerto.
Recordándote me encuentro,
Y no me hallo entre tanto silencio,
Estoy en un lugar donde ya no te veo.
Tu ejemplo quedará en mí,
Y grabado en mi pecho,
Que el orgullo que sentiste,
En la tierra por tus hijos,
Sin duda lo seguirás sintiendo.
Recordando tu ausencia me encuentro,
En el gran silencio que dejó tu partida.
Últimas entradas de Leonela Atiaga (ver todo)
- Cuando decidas volver - enero 27, 2020
- Hasta pronto y hasta siempre… - octubre 28, 2019
- Recordando tu ausencia - septiembre 3, 2019
Deja una respuesta