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Por: Victor Hugo Vinueza

Fotos:  Internet

Las cuentas pendientes de los gobiernos progresistas

 

A las derrotas electorales sufridas en Ecuador (2014), Argentina (2015), y Venezuela (2015), se suma la tendencia a la baja de popularidad de los líderes de los llamados gobiernos progresistas.

 

Estas derrotas electorales más el creciente número de gente en las calles de las principales ciudades con diversas demandas, expresan el cansancio de un marketing político atosigante, un asistencialismo miserable para los más pobres, un paulatino cambio en la idea del buen vivir, vivir bien, o socialismo del siglo XXI. Cada uno con su particularidad hacen parte de la socialdemocracia en su nueva presentación.

 

Desigualdad, Pobreza y Salarios

 

La concentración de la riqueza se mantiene en pocas familias.

“En 2013, el 0,7 % (unos 32 millones de personas) de la población mundial acaparaba el 41 % de la riqueza mundial mientras que el 68,7 % de la población (unos 3.200 millones de personas adultas) tenía una riqueza conjunta de apenas el 3 % del total mundial”… “El indicador más utilizado para medir las desigualdades es el Índice de Gini. ... La única región que constituye una excepción importante es América Latina, en la que, en la mayoría de países del continente, las desigualdades tienen tendencia a reducirse” .

 

Desigualdad, América del Sur. Índice Gini (2013)

 

Este avance relativo que se expone en el cuadro es paradójico porque países como Venezuela tienen un índice Gini de hasta 41 más bajo que Chile, que es 50,5. Pero ese país, como refleja el cuadro 5, demuestra que tienen más del doble de pobreza.

 

Los salarios son otro indicador que mide la desigualdad. La siguiente tabla refleja que existe un déficit entre el salario en relación a la canasta básica en la mayoría de países de América del Sur, esto expresa una desigualdad salarial que sumado al aumento del desempleo,  excluye a miles de personas de la principal fuente de ingresos para las familias.

 

Otro indicador a ser analizado es la pobreza y extrema pobreza. Primero, es necesario insistir que el mundo capitalista es desigual e inhumano. La concentración de la riqueza la mantiene un reducido número de personas, mientras, millones de seres humanos sobreviven con menos de un dólar. Cada período de crisis cíclicas de capitalismo aumentan los ricos y se multiplican los pobres y los extremadamente pobres.

 

Pobreza total en ALC estimadas con línea de pobreza nacionales (%) de la población). Fuente: BID/SCL: Basado en datos de las Oficinas Nacionales de Estadísticas

 

Este cuadro demuestra que Uruguay tiene el porcentaje más bajo y Bolivia el más alto en cuanto a pobreza.

 

Pobreza extrema en ALC estimadas con línea de pobreza nacionales (%) de la población) Fuente: BID/SCL: Basado en datos de las Oficinas Nacionales de Estadísticas

 

En este cuadro ese hace evidente que Uruguay tiene el menor porcentaje de extrema pobreza y el más alto Bolivia.

 

Cabe mencionar que los métodos utilizados para medir la pobreza y extrema pobreza son perversos, porque ocultan la pobreza real existente.

 

En 2008, la FAO calculaba que sería «suficiente» con 30.000 millones de dólares por año para suprimir el hambre . La revista Forbes calcula que hay 1.645 personas en el mundo que tienen más de 1.000 millones de dólares de patrimonio. Un impuesto de solo el 0,47 % sobre esas grandes fortunas sería suficiente para erradicar el hambre en el mundo. No hacen falta más comentarios.

 

Extractivismo e industrialización

 

¿Se ha superado la acumulación primaria exportadora? ¿Existe un proceso de cambio de la matriz productiva? Preguntas que requiere dar un vistazo a la realidad objetiva sin estímulos de un progresismo entusiasta.

 

La desindustrialización es una tendencia en América Latina en los últimos años. La idea de la transición del extractivismo hacia el desarrollo industrial, la producción del conocimiento, la biotecnología y la nanotecnología, las refinerías, etc., se viene relegando por falta de decisión política y presupuesto. Está quedando en un vago discurso retórico. Por ejemplo: el Vicepresidente de Bolivia dice: América Latina “tiene que incursionar más rápido en procesos de industrialización y en procesos de una economía del conocimiento del saber”… “Tenemos que producir conocimiento, vender conocimiento, es más rentable que vender materia prima” .

 

Sin embargo, “…la implementación de los proyectos de industrialización ha mostrado considerable retraso y ha estado rodeada de graves problemas de ineficacia y corrupción”  Se han repotenciado la vieja industria minera y se ha desacelerado la manufacturera.

 

En Ecuador, René Ramírez, Secretario Nacional de Planificación y Desarrollo asegura que “La mayor ventaja comparativa con la que cuenta el país es su biodiversidad y, sin duda, la mayor ventaja competitiva que podría tener es saber aprovecharla, a través de su conservación y de la construcción de industrias propias relativas a la bio y nano tecnología. En este sentido, la nueva estrategia está orientada a construir en el mediano y largo plazo una sociedad del bio-conocimiento y de servicios eco-turísticos comunitarios”

 

El objetivo del gobierno de Rafael Correa de cambiar la acumulación primaria exportadora no ha logrado avances significativos (salvo la matriz energética, que espera la puesta en marcha para el 2016 de las grandes hidroeléctricas), más la falta de ingresos petroleros, le empuja a imponer por la fuerza varios proyectos mineros a gran escala para obtener ingresos y sostener la inversión social.

 

En el caso de Brasil, los 100 principales economistas consultados por el Banco Central coincidieron en la apreciación de que la tasa de crecimiento en 2015 estaría por debajo del 2% anual (1,91% fue la estimativa promedio).

 

“La crisis industrial brasileña se revela con nitidez en la composición del producto manufacturero. Sólo los bienes de consumo (semidurables e intermedios) mostraron en marzo alguna forma de crecimiento, en tanto que la producción de bienes de equipo y de capital (máquinas-herramientas, núcleo de la producción industrial manufacturera) virtualmente se desplomó, con una caída de -8,4% anual (-3,6% respecto a febrero)”… “La economía brasileña no experimenta una fase de bajo crecimiento del PBI industrial, sino un fenómeno de otra naturaleza, un caso extremo de desindustrialización” .

 

En relación a Venezuela, “la desindustrialización se expresa en una reducción de la densidad de empresas manufactureras por cada mil habitantes, que pasó del 0,3 al 0,25 entre 1998 y 2001; en cifras absolutas se trata de na reducción de 14.800 a 7.000 establecimientos manufactureros; en la caída del aporte del empleo manufacturero al empleo total, que pasó del 14,2% al 11% entre los mismos años…”

 

El peso de la renta petrolera ha dejado pendiente una estrategia que fomente la industria y rompa la dependencia de bienes importados.

 

Así, el proceso de desindustrialización, provoca la desaceleración en la industria manufacturera y el desinterés gubernamental para invertir en una verdadera industria nacional. Los gobiernos progresistas están imponiendo con la fuerza pública y el desalojo de las comunidades indígenas y campesinas la minería a gran escala.

 

La resistencia de las comunidades rurales y urbanas, la academia y los movimientos sociales ha hecho que los gobiernos  criminalicen la protesta, se enjuicie y encarcele injustamente. A pretexto del disciplinamiento y control social, que si bien no está presente la tortura física el autoritarismo gubernamental, implementa la tortura psicológica generando miedo a la ley penal y la cárcel para quien protesta en las calles y es estigmatizado como violento o terrorista.

 

 

Gráfico 1. Fuente Internet

 

Este breve repaso a la realidad se puede concluir diciendo que existe una relativa mejoría en la distribución de los ingresos, no como resultado de la transformación de la base de la estructura económica de la sociedad; tampoco como un cambio en las relaciones de propiedad de los medios de trabajo, sino por la gran cantidad de rentas petroleras obtenidas en esta última década.

 

La explotación y el salario son el síntoma que confirma la vigencia del sistema capitalista. Adicional, el progresismo en su forma concreta es la evolución reformista de la sociedad. Aplica una política gradual que permite perfeccionar las instituciones, las leyes, los tributos y la represión para sostener el modo capitalista de producción.

 

Los gobiernos progresistas manipularon los conceptos del socialismo, en sus planes de gobierno, la ruptura del sistema capitalista no consta, en tal sentido, el socialismo científico como forma del poder popular es todavía una tarea pendiente que reclama de las izquierdas y revolucionarios la férrea unidad, la lucha consiente que esclarezca a las clases sociales interesadas en la revolución social la verdadera intención de la burguesía correista y la neoliberal.

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Las Casas Oe3-128 (entre América y Antonio de Ulloa)

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ISSN 1390-6038

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