Las afirmaciones de M. Aguilar: Panegirismo contradictorio

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Las elecciones 2024 en segunda vuelta para la renovación de Rector y tres Vicerrectores en la Universidad Central del Ecuador, será este 15 de febrero, quienes, junto a los representantes de docentes, estudiantes y de servidores universitarios ya elegidos a Facultades y HCU, conformarán un nuevo gobierno universitario que regirá hasta 2029.

Lo que está en juego no es poca cosa. Es el oscuro continuismo que se advierte de ganar el candidato Eduardo Aragón, que apenas obtuvo el 16,55 %, o la posibilidad de re enrumbar a la principal institución de educación superior del país con Patricio Espinosa, que ya obtuvo el respaldo del 30,24 % de votos ponderados de los tres estamentos. Una diferencia impresionante y muy difícil de remontar.

Sin embargo, el Dr. Patricio Espinosa tuvo que enfrentar una serie de arremetidas en su contra, como su jubilación forzada y el intento fracasado de descalificarlo por una mayoría opaca en HCU, inspiradas en el accionar poco ético del rector y el vicerrector administrativo y financiero que pronto cesarán en sus funciones.

Esto no lo recoge en su panegírico el Señor Marcelo Aguilar V. MD, MSc, PhD, Posdoctor Docente Universitario, como consta en la revista digital “Plan V”, así como muchos otros episodios oscuros y contradictorios protagonizados por estos dos personajes que verdaderamente gobernaron por 10 años la Universidad Central del Ecuador y son los causantes de su actual desmadejamiento y languidez.

Y hace bien el Dr. M. Aguilar en mencionar en su monserga panegírica para “Plan V” a solo tres de las principales autoridades, omitiendo escandalosa como vergonzantemente al Vicerrector Administrativo y Financiero en funciones. Un personaje que se destaca por obsecuencias y arbitrariedades no propias de la academia. Resulta poco menos que curioso que a poco tiempo de posesionado este duo, uno de ellos le solicite al otro la renuncia, contestando el aludido que no; que será vicerrector hasta cuando a él le dé su regalada gana.

El Dr. M. Aguilar hace un esfuerzo retórico descomunal por destacar indicadores harto conocidos como las peculiaridades de la población universitaria, sus facultades, carreras, posgrados y su presupuesto gestionado por el Rector en funciones en complicidad con su Vicerrector, aunque trate de invisibilizar a este último; visible precisamente por una gestión administrativa de baja efectividad.

Nos preguntamos ¿Podría alguien que medianamente conozca la dinámica interna de la UCE pasar por alto la nefasta gestión de la Dirección de Talento Humano tanto o más que la de Compras Públicas? Todos los universitarios, directa e indirectamente han sido víctimas de estas dos dependencias que contaron siempre con la connivencia de las dos autoridades principales, Rector y Vicerrector saliente en sus dos períodos consecutivos.

De esta manera, al Dr. M. Aguilar le parece admirable la expansión cuantitativa institucional (nuevas facultades, carreras, la indiscriminada proliferación de papers, etc.) mientras deja para otros la constatación de la ausencia de la implementación de un modelo educativo y pedagógico; que se refleja en la baja calidad educativa, tanto como en las consecuencias negativas por la debilidad en materia de investigación y el deficiencia apoyo financiero a la vinculación con la sociedad; las tres funciones sustantivas institucionales en crisis.

Y así, cuesta abajo en su rodada, los tres estamentos han visto sucederse arbitrariedades, injusticias, irrespeto a derechos humanos, encubrimientos escandalosos y deterioro constante del accionar ético que debería distinguir a las principales autoridades del alma mater.

Complementariamente, las malas hierbas en los espacios verdes, en un momento más aptos para ganadería; el descascaramiento de muros; pocos dignos SSHH; inaudita ausencia de insumos y consumibles para el trabajo administrativo y de laboratorios; la baja ejecución presupuestaria y un bajo porcentaje de cumplimiento del plan estratégico institucional, etc., fueron evidenciándose en la institución con más fuerza estos últimos años

Nos preguntamos, porque si tanta evidencia positiva acumula la gestión del Rector y Vicerrector salientes, el candidato Eduardo Aragón no reivindica abiertamente sus logros y conquistas que el distinguido docente de la Facultad de Medicina Señor Marcelo Aguilar V. MD, MSc, PhD, Posdoctor, en su monserga panegirista defiende en solitario en su artículo para la revista “Plan V”?

¿No sería acaso más transparente y ético, que el Vicerrector Administrativo y Financiero más conocido en el mundo informal como “el rey de copas”, invisibilizado conscientemente por el Dr. M. Aguilar por alguna razón que se desconoce, salga a campo abierto y revele que es el Vicerrector quien más interés tiene en que gane el candidato Aragón, para asesorarle sin miedo al fracaso en el continuismo de más de lo mismo de estos 10 años de desmadejamiento y languidez?

Visto así, desde una perspectiva crítica, el continuismo de Aragón en sí mismo puede ser visto como una tara y un defecto mortal que amenaza la supervivencia misma de la Universidad Central del Ecuador.

Julio Enríquez Cevallos

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