Crítica al modelo actual
Si la orientación vocacional y profesional es la guía que recibe el estudiante para especializarse en una determinada actividad laboral, es también, en esencia, una herramienta para la lucha de clases, una continua proletarización.
Empezaremos esta breve crítica recordando una de las frases célebres del pedagogo Paulo Freire (1968)
Si pretendemos la liberación de los hombres, no podemos empezar por alienarlos o mantenerlos en la alienación. La liberación autentica, que es la humanización en proceso, no es una cosa que se deposita en los hombres. No es una palabra más, hueca, mitificante. Es praxis, que implica la acción y la reflexión de los hombres sobre el mundo para transformarlo. (p. 88)
La orientación vocacional y profesional (OVP) no puede caer en el error de la educación bancaria que el mismo Freire ya nos advierte, de igual forma, no debe centrar su accionar únicamente desde la Psicología, debe tener sobre todo un sustento pedagógico bien detallado, esto debido a que un error frecuente en estos procesos, es caer en el psicologismo y no comprender que, como menciona Suchodolski (s.f) los educadores “no se encuentran nunca con un “niño en sí”, sino con un niño de una clase determinada, con un niño que crece bajo determinadas relaciones sociales” (p.36).
Los procesos de OVP por tanto deberían ser contextualizados, sistémicos, dialógicos, problematizadores y políticos, esto con la finalidad de lograr la superación dialéctica del sistema de producción actual, mismo que a nivel educativo impulsa la competencia como método para generar una mayor “eficiencia”, todo esto a través de medidas administrativas y de gestión educativa que perciben a la educación como una pequeña empresa, dando una mayor prevalencia a los conocimientos técnicos sobre los humanistas (Filosofía). El OVP al poner en evidencia las contradicciones que en materia educativa este sistema deja a su paso (se promete la eliminación de la prueba de ingreso y se estimula un sistema de crédito para los estudiantes en lugar de crear más universidades públicas que aumenten la oferta de cupos, se establecen mallas curriculares que se limitan a reproducir contenido extranjero en lugar de impulsar la innovación y creación de conocimiento) debería también preparar el escenario para que los pueblos conformados por proletarios, agricultores, intelectuales, artistas etc. precipiten la superación de este modelo de producción
Duran (2011) en su crítica al nuevo bachillerato ecuatoriano menciona que en el gobierno del expresidente Rafael Correa, “los estudiantes no fueron tomados como sujetos activos, sino que, por el contrario, se asumió posiciones adulto centristas y unilaterales” (p.21), estas metodologías perpetúan la ideología de las clases dominantes. Si analizamos el manual de OVP que propone el Ministerio de Educación (tanto la primera como la segunda edición), aunque en apariencia, parecería que este busca que el estudiante se adueñe de su palabra, sigue siendo un proceso que tiene como principal finalidad mantener la enajenación y explotación de la clase obrera, así como también la reproducción y naturalización de este sistema, cuando en realidad, la tarea fundamental del proceso de OVP y de la educación en general, debería ser la de precipitar en los pueblos, saltos cuantitativos y cualitativos necesarios para superar el actual modo de producción, mismo que ha generado modos de vida que no dejan vivir.
Según el materialismo histórico, el origen de las crisis en el sistema capitalista tiene su génesis en las contradicciones propias de este sistema (Trabajo social-apropiación individual, clases antagónicas como proletariado-burguesía. etc.) es aquí donde la educación y el proceso de OVP cobran una mayor relevancia, esto debido a que, en un proceso de OVP con bases materialistas, en una primera etapa, generaría cambios cuantitativos-cualitativos que estimulen el desarrollo de una conciencia de clase e intensifiquen, en una segunda etapa, los antagonismos de clase.
Este proceso debe encaminar al proletariado a la toma del poder, puesto que, desde una visión marxista, se tiene como plan de acción general el constituir un partido proletario, derrocar a la clase dominante y conquistar el poder político, todo esto ¿Con qué finalidad? la de abolir la propiedad privada BURGUESA, misma que es la contradicción central de este modo de producción y por tanto la que propicia la división de la humanidad en clases sociales. (Flores, 2022)
¿Cómo se puede evidenciar que los procesos de OVP, no tienen en su planificación un análisis materialista como el que se ha planteado en el párrafo anterior? Es conocida ya la falsa generosidad que la burguesía de este país tiene para con el proletario y lumpen-proletariado, esto lo podemos evidenciar en los tres ejes que el Ministerio de Educación plantea para los procesos de OVP, los cuales son:
1.- Autoconocimiento
2.- Información
3.- Toma de decisiones
En el primer eje, el de autoconocimiento, el Ministerio de Educación (2015) plantea que:
para que uno o una estudiante pueda avanzar en la serie de factores que reúne la OVP, es fundamental que lleve a cabo un trabajo personal y sostenido de introspección que le permita examinarse a sí mismo, reconocer los aspectos internos que lo o la determinan, sus conflictos personales, sus fortalezas y debilidades (p.38)
Si bien el planteamiento en la superficie es el adecuado, podemos percatarnos como no se aborda a profundidad la importancia que tiene el hecho de que el estudiante se cuestione sobre su medio económico y como esté lo ha moldeado, esto sucede debido a dos factores, el primero de ellos es que este manual tiene como base al cognitivismo-pedagogía conceptual y el segundo factor radica en que se piensa el accionar de OVP solo desde un modelo escuelo-centrista, esto no permite que el estudiante se cuestione sobre cómo el hecho de que el sistema o mejor dicho, la forma actual de producción en la cual se encuentra inmerso, a determinado su forma de vida y de relacionarse con otros, recordemos que, el modo de producción determina las relaciones de producción entre los hombres, y es este análisis, lo que desarrolla en los estudiantes la consciencia de clase, el verdadero autoconocimiento.
El manual habla sobre los “aspectos internos”, adoptando una posición metafísica e inmaterial del desarrollo del sujeto, dejando de lado el aspecto económico, por tanto, negando la teoría de la estructura y la súper-estructura planteada por Marx y Engels, en la cual se establece que la estructura (el desarrollo económico de la sociedad) impacta en la súper-estructura (ideologías, cultura, instituciones sociales, ciencias etc.). El filósofo Konstantinov (1978) menciona que “El desarrollo económico de la sociedad condiciona el desarrollo político y espiritual y que, al cambiar el régimen económico, sus formas de propiedad, cambian también la conciencia de los hombres, sus ideas, teorías y opiniones” (p. 98) y es ahí donde reside el verdadero auto-conocimiento del sujeto, ¿Quién fui, soy y en qué me convertiré sobre la estructura (desarrollo económico) en la cual ahora me encuentro inmerso? ¿A dónde me está llevando como sujeto este modo de producción?, ¿Cómo impacta en mi relación con el otro (otredad) este modo de producción? ¿Qué me estoy exigiendo a mí mismo como persona? Etc.
Es, por tanto, de vital importancia, que los procesos de OVP basen su accionar en los postulados de la pedagogía crítica, pero ¿cómo hacerlo? McLaren (1994) nos menciona que
Uno de los principios fundamentales que integran la pedagogía crítica es la convicción de que la enseñanza para el fortalecimiento personal y social es éticamente previa a cuestiones epistemológicas o al dominio de las habilidades técnicas o sociales que son priorizadas por la lógica del mercado (p. 49)
Actualmente, y siguiendo la lógica del mercado, esto se hace a la inversa, primero se busca formar un estudiantado que domine cuestiones epistemológicas y que tenga habilidades técnicas (con la excusa de cambiar la matriz productiva del país) para luego desarrollar un fortalecimiento personal, (esto se lo puede notar aún más en la formación universitaria), por consecuencia, lo que formamos son profesionales poco creativos, acríticos y peor aún, apolíticos, que no problematizan la realidad y que no se cuestionan nada, incluso a sí mismos, por ello, el primer paso será el reeducar a los docentes y futuros profesionales dentro de los espacios de formación en los cuales, la praxis revolucionaria les permita a las comunidades educativas, desarrollar valores relacionados al trabajo colectivo y al desarrollo de habilidades sociales que permiten la vida en comunidad (biofília), comprendiendo que el mundo es más bello cuando dentro de él caben otros mundos.
El segundo eje que plantea el Ministerio de Educación gira en torno al apartado de la información, el cual busca brindar a los estudiantes, conocimiento sobre las distintas carreras, universidades e institutos de educación superior que existen en el país, esto para que el estudiante elija la carrera, universidad o instituto según sus necesidades (localidad, gustos o fortalezas, métodos de pago o financiación etc.).
Hay que recordar que, a medida se desarrollaba el sistema capitalista, la concepción de la educación y la formación de los estudiantes también cambió, puesto que, a comparación del feudalismo, donde, explicado a breves rasgos, la educación era controlada por el clero y, por tanto, se estudiaba para repetir un dogma, se establecía el fatalismo y el fideísmo en la clase dominada (vasallo) y el contenido curricular era de carácter idealista, con miras en el trasmundo, con el advenimiento de la gran industria y la acumulación de capital, el control de la educación ya no lo tiene la iglesia, es debido a esto, que se desarrolla el tradicionalismo como modelo pedagógico y se impulsan las tendencias liberales, todo esto permitió desarrollar un proletariado especializado en una sola actividad, dando como resultado la educación técnica, que supera a la de la educación artesanal y caballeresca de la edad media (esto claro, según la necesidades del tipo sociedad emergente). Marx y Engels ya estudiaron este fenómeno en su debido momento, por ello es que Engels (1939, como se citó en Marx, 1946) nos dice que “del sistema fabril- como puede verse al por menor en Owen- sale el germen de la educación del porvenir, que unirá para todos los niños de cierta edad, el trabajo productivo con la instrucción” (p.333)
Ese cambio o salto cuantitativo-cualitativo de la educación (información y contenidos que el discente recibe de su orientador/docente), le beneficia a la clase dominante, puesto que, como vimos anteriormente, bajo este modelo pedagógico, la clase dominada aprende a vender su fuerza de trabajo a la par que se especializa en una sola actividad laboral. Recordemos que, al iniciar los procesos de acumulación del capital, el campesino, el vasallo y demás, se les expropiaba sus tierras y eran arrojados al mercado laboral con lo único que poseen, su fuerza de trabajo, por tanto, se necesitaba de un sistema educativo que interiorice en la clase dominada este nuevo proceso.
A día de hoy, podemos notar como estos mecanismos siguen operando, porque al ser necesario un proletariado capacitado para una sola actividad e impulsar la división del trabajo (misma que genera más plusvalía) el gobierno del presidente Guillermo Lasso, crea más institutos técnicos (tiempo de culminación 2 años) que universidades (tiempo de culminación 4 años). En el 2015, según el manual del OVP, se buscaba el cambio de la matriz productiva mediante la integración de profesionales que no solo hayan cursado estudios universitarios, ahora, en el manual de OVP del 2021 se establece que “el objetivo de promover el emprendimiento es diversificar la matriz productiva, de tal modo que se configure un nuevo tipo de grupo empresarial nacional” (p. 22).
Analicemos esto, se desea cambiar la matriz productiva con profesionales de todo tipo de formación mediante el emprendimiento (en lugar de establecer el cooperativismo), cuando en realidad, y como se analizó en párrafos anteriores, la forma en que la sociedad cambia es mediante el accionar de los hombres sobre la realidad, mientras que los pueblos oprimidos (proletariado, campesinado, intelectuales, artistas etc.) no emprendan el camino hacia la apropiación de los medios de producción y por tanto, a la superación de este sistema, lo único que se logra con estos planteamientos es un reformismo que crea una mayor mano de obra de fácil explotación, todo esto apoyado en metodologías que conciben al estudiante como un ser netamente económico, en palabras de Marx (s.f) “ El obrero no tiene que ganar necesariamente con la ganancia del capitalista, pero necesariamente pierde con él” (p. 11).
Si bien estos procesos son necesarios para engendrar a la clase y las herramientas que superarán el actual modo de producción, no podemos caer en la espontaneidad y suponer que las revoluciones se darán por arte de magia, los procesos de OVP (además de otros medios, como es el caso de un partido organizado), habrían de propiciarle a la clase obrera, las herramientas ideológicas que intensifiquen la lucha de contrarios, ese debería ser el verdadero eje de información, pero, ¿cómo hacerlo? Si pretendemos aplicar la pedagogía crítica al OVP, se debe comprender primero el rol del docente/orientador, este debe ser (según los preceptos de esta corriente pedagógica) un sujeto crítico, intelectual, creativo, que problematiza constantemente el medio en el cual se ve inmerso, pero, si orientador no problematiza la realidad, no crea espacios de dialogo, calca modelos extranjeros que no son compatibles con su contexto, se convierte en un funcionario de este sistema, ya que se limita a depositar información en los estudiantes, y al hacer esto, está posibilitando la creación del ejercito industrial de reserva.
Marx (1946) en su obra magna, El capital, ya aborda esta problemática y menciona que “lo maravilloso de la producción capitalista es que no sólo reproduce constantemente al obrero asalariado como tal obrero asalariado, sino que además crea una superpoblación relativa de obreros asalariados proporcionada siempre a la acumulación del capital” (p. 653) este ejercito industrial de reserva cobra una vital importancia cuando emergen nuevas industrias.
El ultimo eje que plantea el Ministerio de Educación gira en torno a la toma de decisiones y es aquí donde debemos recordar el pensamiento del Che-Guevara, esto debido a que, en este eje, entra en juego la formación ética del estudiantado, la decisión de elegir una carrera profesional no se limita a solamente a “escoger bien” este debe ser un proceso de construcción del hombre nuevo, noticas como estas nos dan la razón.
Se investiga al Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica del Ecuador (FEUCE), por malversación de fondos en gastos como hoteles cinco estrellas, un sillón para masaje e incluso la apertura de una cuenta en la plataforma de contenido Only-Fans, a través del correo de la federación” (Heredia, 2023)
El estudiantado unido es a futuro un pueblo unido, mismo que sería el contrapoder, la resistencia de aquellos grupos que buscan fragmentar y disminuir la fuerza del pueblo, este contrapoder no debe atender a las necesidades de unos pocos, sino más bien, a la de la comunidad educativa, este es el cambio ético que el socialismo como etapa previa al comunismo impulsa en su consecución, así lo establece el Che-Guevara (1968)
Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo. De allí que sea tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Este instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material” (p. 309)
Aquí podemos notar como la elección de una carrera universitaria pasa de un plano individual y cobra un peso de carácter colectivo/social, por tanto, es de vital importancia que los estudiantes retomen el interés y el papel activo sobre la política (como una de las tantas herramientas para la consecución del poder), Konstantinov (1978) reflexiona sobre como el Leninismo aborda la importancia de la política en el cambio de la sociedad y establece que “el proletariado debe abordar también las tareas económicas, ante todo, políticamente, con la vista puesta en el fortalecimiento de su propio poder, pues de otro modo no podría resolver tampoco sus tareas económicas” (p. 106). el OVP debería darles a los estudiantes las armas necesarias para que emprendan el camino hacia la superación del actual modo de producción más no a su reproducción.
Conclusión
El proceso de OVP tal como está planteado a día de hoy, busca perpetuar la idea del individuo que se construye a sí mismo y deja de lado la importancia que tiene para el avance de la sociedad la lucha de clases, que, como ya nos lo diría Marx, es el motor de la historia, en su lugar, coloca como referentes a personajes tales como Steve Jobs, Elonk Musk, Rockefeller o hijos de la burguesía nacional. Implantando en los estudiantes la idea de que tienen todo un mundo por ganar, eso claro, siempre y cuando lo único que nunca pierdan sean sus cadenas.
Recordemos que, como nos menciona Duran (2012, como se citó en Rubinstein, s.f) hay que “Considerar que el mundo material engendrado por la actividad humana determina todo el desarrollo de los sentidos humanos, de la psiquis humana y de la conciencia humana” (p. 125) por tanto, las futuras críticas que se realicen al OVP debería fundamentarse en un enfoque histórico cultural, desde la teoría marxista de la educación y la pedagogía crítica, esto con la finalidad de problematizar históricamente la realidad, logrando así engendrar un proceso de OVP contextualizado y en permanente crítica.
Aristóteles en su ética a Nicómaco ya establece que “es imposible, o por lo menos no es fácil, hacer el bien cuando está uno privado de todo” (p. 308), por tanto, el OVP no se puede estancar en ideas abstractas, simplistas e idealistas de la realidad de los trabajadores, por el contrario, los orientadores deberían desarrollar en la comunidad educativa (teniendo en cuenta que la aplicación del OVP puede estar situada fuera centros educativos) la reflexión y problematización de la realidad, por ello, es de vital importancia que se tenga claro, más que la corriente psicológica, el modelo pedagógico que va a servir de base para el OVP, puesto que, como veremos más adelante, este análisis es crucial para una correcta orientación y sobre todo, para lograr una educación/orientación emancipadora.
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