Jóvenes y nuevos jubilados afectados por las propuestas a la seguridad social

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¿Por qué se afectan más de un millón de afiliados y un millón de jóvenes con las reformas propuestas por la comisión Lasso?

 

En el anterior artículo sostuve que más de un millón de afiliados serían afectados con las reformas propuestas por la comisión creada por el presidente Guillermo Lasso.  Unos, no creyeron, a otros se les pasó por alto y, otros tantos, dijeron esta es una falsedad.  En cualquier caso, es justo exigir una explicación.

Ahí va.

Las actuales condiciones de jubilación son 60 años de edad y 30 años de trabajo. Si un afiliado tiene 60 años de edad -es decir cumple el requisito de edad- y 28 años de trabajo, no puede acogerse a la jubilación ordinaria, debe trabajar dos años más, hasta cumplir la segunda condición, 30 años de trabajo.  Sí se jubilará, pero dos años más tarde, cuando tenga 62 años de edad.  Por la razón que sea, es un afiliado que no alcanzó a jubilarse en las condiciones normales: 60/30.

Si casos como el descrito son pocos, se entiende y es parte de la realidad, pero si afecta a muchos, los entendidos deben explicar y las autoridades solucionar. Es relevante porque afecta la posibilidad de concretar un derecho en condiciones normales.

Entre las reformas propuestas por la comisión Lasso, quizá la principal, es el incremento de los años de trabajo de 30 a 35 años, manteniendo la edad de jubilación.  En esa nueva condición, corresponde averiguar si alguien es afectado o no, para cumplir la nueva regla 60/35.  Claro está, dada la gradualidad de la propuesta y sobreentendiendo que, las nuevas normas estuvieran vigentes y estuviéramos en el año 2033, año desde el cual entraría en vigencia, luego de un proceso de incremento anual de seis meses en el número de años de trabajo requeridos.

Entonces, si hoy que estamos en el 2023, fuera el 2033.

Las estadísticas del IESS cuantifican a los afiliados al seguro general por rangos de edad y rangos de años de afiliación, con lo cual resulta relativamente fácil determinar cuantos de ellos, teniendo determinada edad y tiempo de afiliación podrán o no, llegar a los 60 años de edad con 35 años de trabajo.  Los resultados son preocupantes.

Más del 30% de los afiliados tendría que trabajar más allá de los 60 años de edad para cumplir la condición de 35 años de trabajo. Por ejemplo, son más de cien mil afiliados que tienen entre 40 y 45 años de edad y apenas tienen 5 a 10 años de aportes.

Son 982 mil afiliados que están en esas condiciones, la tercera parte del total de afiliados al seguro general.  Si se excluye a los afiliados que tienen 65 años o más, la cifra sigue siendo preocupante, unos 900 mil afiliados que no verían cumplirse las expectativas creadas de jubilarse a los 60 años de edad, por no alcanzar el mínimo de años de trabajo.  Lo cual, de hecho, es un desincentivo a permanecer afiliado y seguir aportando.

Pero sostengo que serán más de un millón los afiliados en esas condiciones en el 2033, debido a que intervienen otros factores de manera negativa, quizá uno de los de mayor peso para esa época sea el tecnológico, ahora se anticipa que la inteligencia artificial podrá prescindir de trabajadores, incluso de alto nivel de formación.  Otro factor que no puede dejarse de tomar en cuenta es la escasa capacidad de la economía ecuatoriana de generar empleo.  Y, además, cada vez son menos los trabajadores que pueden decir que permanecen largo tiempo en un mismo empleo, lo que añade el problema de conseguir otro, que las estadísticas dicen que los tiempos de “paro” son cada vez más prolongados.  Obviamente, esos tiempos no cuentan para la seguridad social.

 

Los perjudicados ocultos

Que un millón de trabajadores deban continuar trabajando pasados sus 60 años, conlleva que un millón de plazas de trabajo no estarán disponibles, sino hasta que su ocupante cumpla los 35 años de trabajo.

La consecuencia obvia, es que quien debería ocupar esa plaza de trabajo, que probablemente sea un joven, tenga que esperar, hasta que la plaza esté libre.  Vale decir, los desempleados, en general, y especialmente los jóvenes son los perjudicados ocultos de este drama que se genera con el incremento de años de trabajo.

Los jóvenes son el sector social que más altos índices de desempleo tienen en el país, con el incremento de los años de trabajo o la edad de jubilación, no tienen otra alternativa que seguir esperando y se convierten en las víctimas ocultas de la propuesta de la Comisión Técnica para solucionar el problema del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte que el presidente Lasso creó.

Por si fuera poco, el peso de las reformas propuestas se sentirá con fuerza después de 30 años, cuando los jóvenes de hoy, estén próximos a jubilarse.  Vale decir, si eres joven y las reformas se aprobarán, debes aguantar doble.

En esas circunstancias, los jóvenes tienen que asumir su responsabilidad frente a su futuro y también frente a los derechos conculcados de sus padres y abuelos.

Otras alternativas de solución deben surgir para que el país discuta y resuelva.  Seguro las hay.

Henry Izurieta
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