Experiencias en la capacitación del examen ENES y la formación docente

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La capacitación para rendir el  Examen Nacional para el ingreso a  las Instituciones de Educación Superior.

Una experiencia educativa que valida el currículo de la formación docente.

La Unidad de Vinculación con la Sociedad de la facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación ha desarrollado un trabajo intensivo para aportar a la formación de los futuros docentes. Desde cooperación social en parroquias y comunidades dentro y fuera del Distrito Metropolitano de Quito, así como el proyecto denominado Jornadas de acompañamiento para el examen nacional Ser Bachiller, dirigido a estudiantes de tercero de bachillerato y bachilleres sin cupo, aspirantes a las instituciones de educación superior públicas.

El proyecto corresponde al programa Juventud y Comunidad en dicha unidad académica, presentado en el año 2014 y replicado en distintas fases hasta el 2022. En dicho proyecto participan diferentes carreras además de los Gobiernos Autónomos Descentralizados provinciales, cantonales y parroquiales. Los alcances y los logros del proyecto han sido tales que se han extendido a varias provincias y se ha diversificado en tres tipos de modalidades: semipresencial, presencial y virtual.

Con un alcance inicial de 1200 beneficiarios en el año 2014, las jornadas de acompañamiento se han consolidado con más de 3000 estudiantes sin cupo en cada fase, llegando incluso a superar los 7000 beneficiarios en algunas etapas; es decir que en este tiempo el proyecto ha apoyado a cerca de 53.000 bachilleres en su afán por conseguir un cupo en las diferentes universidades del país.

Figura No. 1. Evolución de beneficiarios 2014 – 2022

Ser bachiller

Autor: Dr. Héctor Simbaña. Ph.D.

Fuente: secretaria VCS

Para conseguir estos resultados el proyecto ha evidenciado un conjunto de iniciativas en el marco de la Ley Orgánica de Educación Superior, el Reglamento de Régimen académico y el Estatuto Universitario, entre otras. Tomando como orientación metodológica la praxis como mecanismo que concurre a consolidar los conocimientos adquiridos en las aulas universitarias, al tiempo que contribuye al desarrollo de la sociedad.

De esta forma el futuro docente obtiene una experiencia en entornos reales de la profesión que permite conocer y estudiar entre otros aspectos los siguientes:

  • La situación económico-social de sus estudiantes beneficiarios
  • Los niveles de desempeño académico en un ambiente escolar
  • Las condiciones estructurales de las Instituciones Educativas fundamentalmente rurales.

La génesis del proyecto se ubica en año 2013, a partir de la vigencia del Examen Nacional para el ingreso a instituciones públicas; normativa que, una vez promulgada enfrentó a miles de padres de familia y de jóvenes que terminan el bachillerato a una nueva exigencia, impactando en los actores educativos con incertidumbre y nerviosismo como producto de las evidentes y amplias brechas académicas, tecnológicas, entre otras, que presenta históricamente el sistema educativo del país.

Examen ENES

Los resultados de los primeros procesos de evaluación denominado EXAMEN ENES confirmaron los temores y las preocupaciones de padres de familia, estudiantes y autoridades de las Instituciones educativas, pues cerca de 400 mil estudiantes hasta el año 2015 no encontraron una respuesta y menos un cupo para conseguir acceso a las carreras de su preferencia, aspecto que se convirtió rápidamente en un escenario propicio para promover “procesos educativos” como un bien de intercambio, toda vez que, en la necesidad de alcanzar el puntaje adecuado, el/la estudiante promedio considera como urgente la capacitación específica para rendir dicho examen, para lo cual el mercado le proporciona variedad de “ofertas”, en las cuales el conocimiento se convierte en mercancía.

De los datos estadísticos aplicados en el año 2018 a los beneficiarios de los procesos de acompañamiento se puede deducir con facilidad que, de cada 10 estudiantes del bachillerato, por lo menos 8 de ellos han pagado un curso intensivo, mientras que seis de los mismos han pagado hasta tres cursos en diferentes centros, sin alcanzar un cupo para la Universidad.

De la misma manera la estadística revela que los costos oscilan entre los 200 y 600 dólares americanos que el estudiante debe invertir en cada curso, sin ninguna garantía pues el proceso no solo depende de su habilidad para obtener un puntaje adecuado, sino que además debe enfrentar la oferta de cupos que declaran las Instituciones de Educación Superior.

Frente a la mercantilización del conocimiento y la mercantilización de los proyectos de vida de cientos de miles de jóvenes que se gradúan de bachilleres cada año el proyecto Jornadas de acompañamiento, se convierte en un escenario alternativo, la tabla de salvación, para aquellos que no tienen los recursos económicos, es decir para los estudiantes de los sectores marginales y rurales del Ecuador

La base del proyecto constituye las fortalezas curriculares y metodológicas de la Facultad de Filosofía de la Universidad Central del Ecuador, así como también en las capacidades de los estudiantes de los últimos semestres, quienes asumen la responsabilidad de convertirse en docentes facilitadores mediante los procesos de prácticas comunitarias y prácticas pre profesionales respectivamente, convirtiéndose en una aventura pedagógico – didáctica de la que los futuros docentes buscan participar más allá de la obligatoriedad evidenciada en la presencia de ex estudiantes que una vez que han superado su proceso formativo participan de las Jornadas de Capacitación de manera voluntaria.

En otras palabras, este proceso permite abandonar la enseñanza áulica tradicional y esquemática en la búsqueda de implementar una praxis educativa trasformadora en la que docentes y estudiantes mediados por la realidad del contexto educativo generan aprendizajes significativos.

Según Runge, Andrés & Muñoz, D. (2012).

La Praxis describe en un sentido amplio un hacer, una actividad que solo se puede realizar por “seres humanos libres”. Aristóteles subraya precisamente que la vida es praxis, es acción humana. La praxis (la vida humana) no es entonces un fenómeno biológico, sino antropológico. La praxis es un hacer humano a partir del cual se ve transformado lo humano mismo. Solo los seres humanos son seres de la praxis ya que en ella y con ella se puede y tiene que decidir o tomar decisiones. La decisión necesaria o por tomar remite o surge entonces de la reflexión (la praxis es un hacer libre, con finalidad en sí mismo y reflexionado). Solo cuando el ser humano es libre y reflexiona hay praxis según Aristóteles. p.78

Praxis pedagógica que, desde la perspectiva filosófica y epistemológica, solo se puede desarrollar si se fundamenta en la pedagogía socio crítica, con una noción social y científica; holística, pluralista e igualitaria, en la que los actores de la educación: universitarios y actores sociales, son los creadores de su propia realidad pedagogía, con respeto a la diversidad y los principios de inclusión desde diversos enfoques a saber:

 

Enfoque territorial incluye no solo a un rango inmediato de acción sino a una conceptualización del espectro geográfico, que exige ampliar los horizontes epistemológicos, aplicando el enfoque territorial, que Schejtman y Berdegué, J. (2004) definen que:

El territorio no es un espacio físico objetivamente existente, sino, una construcción social, es decir un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propósito compartido con múltiples agentes públicos y privados. Entendiéndose entonces por planificación territorial como un proceso permanente de análisis y evaluación del territorio que con enfoque sistémico y participativo permite formular objetivos a mediano y a largo plazo y desarrollar estrategias para alcanzarlos. p 29.

El enfoque de interculturalidad que resulta imprescindible, ya que el proyecto se desarrolla en un conjunto de provincias en el que, como consecuencia, se materializa un encuentro de culturas, saberes y prácticas. La interculturalidad en el proyecto implica asumir como propia la diversidad del país y del mundo; variedad expresada en lenguajes y sistemas de pensamiento diferentes pero que conforman una unidad configurando al mismo tiempo el enfoque comunitario, como espacio que promueve el encuentro de esas culturas, esos lenguajes, aquello que conforma la sociedad.

El enfoque inclusivo que, lógico en su concepción, no excluye a ninguna forma de expresión ni de pensamiento; por lo contrario, incluye de manera sistemática a personas con capacidades especiales con principal énfasis a los hombres y mujeres que no pueden costear cursos o talleres pagados.

De esta forma la vinculación con la sociedad aporta de forma significativa a la sociedad consolidando una tendencia en la educación superior, democrática, abierta, colaborativa, colectiva y crítica en la práctica cotidiana.

Promueve puentes metodológicos que sustentan la Docencia, Investigación y de Vinculación en las comunidades y en el aula, como estructuras sociales que se estimulan, dinamizan e impulsan cada uno de ellos, mediados por el compromiso entre académicos y organizaciones sociales.

Es decir, valida el currículo y las metodologías de enseñanza mediante la praxis educativa, como un ejercicio colectivo e individual en el proceso de formación de los formadores para consolidar su vocación docente, que, a criterio de Giroux, H. (2002. p. 102).

Debemos recuperar el papel que la enseñanza ha tenido históricamente como herramienta para desarrollar la capacidad crítica, utilizarla para que los alumnos sean agentes comprometidos con el mundo, preocupados por afrontar asuntos sociales esenciales y dispuestos a profundizar y extender el significado y la práctica de una democracia radical y revolucionaria.

En esencia la vinculación con la sociedad proporciona a sus actores la posibilidad cierta de asumir un papel activo en el proceso de aprendizaje, proporcionándole estrategias, métodos y técnicas que promuevan y favorezcan su realidad donde más tarde se desempeñará profesionalmente, al integrar los conocimientos desarrollados en las aulas, con los conocimientos presentes en las comunidades y transformar su compromiso y crecimiento profesional en responsabilidad social, de manera que supere el practicismo y utilitarismo en su  formación universitaria.

Bibliografía.

Malagón, Luis. (204). El currículo: dispositivo pedagógico para la vinculación universidad- sociedad. En: Revista. Red: Revista Electrónica de la Red de Investigación Educativa [en línea]. Vol.1, No.1 (Julio-Diciembre de 2004). Disponible en Internet: <http://revista.iered.org>. ISSN 1794- 8061

Romero de Castillo, Cruzzi (2002). Reflexión del docente y pedagogía crítica. Laurus, 8(14),92-104.[fecha de Consulta 18 de Marzo de 2022]. ISSN: 1315-883X. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=76111334007

Runge, A, & Muñoz, D. (2012). Pedagogía y praxis (práctica) educativa o educación. de nuevo: una diferencia necesaria. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (Colombia), 8(2),75-96.[fecha de Consulta 18 de Marzo de 2022]. ISSN: 1900-9895. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134129257005

Simbaña Héctor. (2017). Las implicaciones pedagógicas de la vinculación con la sociedad en la formación docente de los estudiantes de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador. Universidad de Alicante. España.

Schejtman, Alexander y Berdegué Julio. (2004). Desarrollo territorial rural. Centro latinoamericano para el desarrollo rural. Documento elaborado para la División América Latina y el Caribe del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Departamento de Desarrollo Sustentable del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Santiago – Chile

Hector Simbaña Cabrera

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