El proceso de desarrollo del Capitalismo en Ecuador, una aproximación a la obra del escritor matapiOjO Marco Núñez Duque
El modernismo en Ecuador que va desde 1890 hasta 1919 (muerte de Medardo Ángel Silva) es la época en que se instaura el capitalismo en la región, resultado de muchos cambios globales a nivel internacional. Este capitalismo que atraviesa América Latina se caracteriza por lo tardío, ese salir de la época feudal para continuar hacia los nuevos procesos neoliberalistas europeas que se advenían en nuestra región.
Europa ingresaba a la última etapa, la denominada fase del imperialismo, mientras América Latina continuaba en el proceso de acumulación primitiva permanente, determinando que nuestra dependencia era una neocolonia de los centros de hegemonía imperialistas. (Luxemburg, 1912)
Esta relación de dependencia definirá el desarrollo económico, político y cultural de América Latina debido a la incorporación en el mercado mundial en el contexto que nos íbamos convirtiendo en importadores de materia prima como transporte, ganadería, minas y petróleo en donde los países capitalistas comenzarían a invertir, previendo el futuro para sus arcas.
Este concepto de capitalismo tardío surge en ese incipiente desarrollo del neoliberalismo en sociedades que estructuran sus políticas dentro de la lógica del mercado, donde comienzan a nacer las nuevas burguesías criollas, aquellas que reproducen sus riquezas en el crecimiento del fenómeno de la pobreza, porque ven en ella la legitimación de los estados modernos, creando el imaginario de desarrollo y civilización.
Otro punto de este capitalismo tardío es la contención de los nacientes movimientos sociales que se les iba ligando con el comunismo y la frase de “un fantasma recorre el mundo”, en Ecuador, la masacre de los obreros ocurridos el 15 de noviembre de 1922, perpetrada por el Ejército ecuatoriano en Guayaquil, generó que ese capitalismo tardío intervenga en la lógica del Estado, por ende, en la distribución de la riqueza.
Este desarrollo del ciclo neoliberalista tiene como inicio a la lógica del capitalismo tardío, las crisis que se venía desarrollando en Europa, más la intromisión del sistema en América Latina creaban los escenarios precisos para hacer funcionar a ese proceso de explotación y acumulación del capital en su primera fase neoliberal.
En América Latina, el origen del neoliberalismo es indisimulablemente violento. Son las dictaduras que vinieron a reprimir un ciclo de luchas obreras, barriales y estudiantiles las que marcan su inicio. (Gago, 2020).
Una de las claves para comprender cómo el neoliberalismo afectó el orden moral es en los sectores subalternos, el patrón de poder colonial en América Latina (Quijano, 2014) fomentó que el comportamiento del mercado influyera en la cotidianidad de la vida social de los seres humanos. Agustín Cueva, en su libro “La Ira y la Esperanza” (1987), resalta la tesis que nuestra literatura también tuvo el efecto de ese capitalismo tardío, debido a que nuestra dependencia cultural tuvo la influencia de la colonia, esta dependencia bloquearía nuestra relación entre el habla social y nuestra cultura, nuestra literatura no replantea el habla popular, sino adscribe a su literatura el castizo español, Cueva dice que nuestros escritores parecerían españoles habitando el exilio en la región.
De ahí que esta sea la tesis para encontrar la clave de la formación de nuestra escena cultural-nacional fracturada por los procesos de formación del capitalismo en Latinoamérica. Su análisis va desde la literatura de la colonia hasta los años sesenta, época que fue marcada por la Revolución Cubana, el marxismo y el fantasma del comunismo que aparecía en la región como respuesta a un sistema degradante.
Cueva destaca al grupo literario popular Tzántzico, quienes situaron el debate sobre el compromiso del escritor en los procesos de lucha y movilización proletaria, escritura que marcaba un antes y un después en el Ecuador, radicales ante la apropiación de los medios de producción y la desacreditación de la institucionalidad de la cultura y la academia.
Ese apropiamiento de los medios de producción, concepto acuñado por Gramsci, son los que toman el grupo Matapiojo, jóvenes escritores, que devenían de grupos literarios que se habían formado en la CCE, pero que tenían un criterio político: el arte como acción política y colectiva, reestructurarla cultura con bases socialistas al sistema de producción artística en el país, ser una alternativa a los procesos privados en que se encontraba la escritura del país para pasar a la colectividad de la cultura.
¿Qué fue el Matapiojo? Se pregunta Diego Velasco, y él mismo responde “Un grupo de jóvenes escritores que venían de participar en el Taller de Miguel Donoso Pareja en los años 80, configuraron el Matapiojo; su utópica propuesta fue la de “socializar los medios de producción literaria”, en el marco de las acciones que en esa época desarrollaron varios grupos de artistas populares en América Latina, en los campos de la pintura, el teatro, la música y la literatura; la noción de ¨socializar los medios de producción artística ¨ la había definido el argentino Néstor García Canclini en su obra Arte popular y Sociedad en América Latina (1982)”.
Ante la pregunta que Agustín Cueva se realizaba sobre si existe algún circuito alternativo que superen los monopolios de la difusión artística y cultural, el grupo Matapiojo pasaba a ser aquel grupo de escritores jóvenes utópicos que intentaron romper una tradición sujeta a ese desarrollo del capitalismo que se forjaba, cada vez, con más fuerza en Ecuador. Y es en este contexto en que aparece Marco Nuñez Duque con su obra póstuma “Entre Bakunin y Jacqueline en Blue Jeans” (1989), que desde su título confronta a ese monopolio de la que apunta Cueva, proyecto de novela inconclusa que parodiaba al título de la obra de Jorge Enrique Adoum “Entre Marx y una mujer desnuda”, quien representaba ese poder neocolonial de nuestra literatura.
El texto de Marco Nuñez empieza con un poema “suelto”
“el público subido en la tarima
los poetas en los asientos
los poetas piden autógrafos al público
el público declama los poemas
los poetas aplauden”
Marco Nuñez Duque ingresa joven al grupo Matapiojo, que era un taller de escritura en los talleres literarios, dirigidos por Miguel Donoso Pareja, hay que recordar que su muerte llega cuando el poeta recién cumplía 21 años, con proyectos inconclusos de escritura, pero ya con una línea definida de convertirse en un autor que cuestiona al poder dominante. Es un escritor comprometido, no solo con su obra, sino con su sociedad, sus textos claramente quieren poner al mundo patas arriba cuestionando la lógica burguesa de comprender a la literatura, no como ese ser universal, que era la búsqueda de los letraditos, sino ser un poeta comunicante, darle un rostro humano a la poesía. Comprender que los poetas, también son seres humanos, que sienten la desidia del sistema en la que nos vemos abocados, ahí donde la ortografía es una mandarina, donde el mueble recorre despacio, donde las palabras se imprimen en la naturaleza.
Si bien, Marco Nuñez no era un escritor revolucionario, si estaba dentro de una corriente ideológica y estética de izquierda, son claros sus temas que están sostenidos en el Marxismo-Leninismo y Maoísta de la época, sus textos vanguardistas y renovadores de corrientes que aparecían: surrealismo y dadaísmo, se logra percibir aires del existencialismo sartreano “tengo vergüenza de mí tal como me aparezco al prójimo”. De ahí que sea importante reconocer lo que somos, asumir esa conciencia, mirar el proceso organizativo y avanzar negando las verdades que se piensen eternas, ser irreverentes contra todo lo establecido.
“El esferográfico dijo en voz alta: silencio, nadie me tutea, si no siguen escribiendo voy a soltar los borradores y lanzar la escuadra”.
No obedecieron, estaban dispuestos a defender firmemente el acceso al sacapuntas; el esferográfico lanzó la escuadra, pasó quebrando por la mitad a muchos de ellos; luego hizo que se desplacen los borradores, que borraron del mapa a muchos lápices que encontraron en su trayectoria. Pero estaban convencidos de su acceso; se apoderaron del taipe con el que enrollaron a los resquebrajados; tomaron la caja de fósforos; vino volando la escuadra, la incendiaron en el aire; marcaron unas “X” en los borradores; al llegar donde el esferográfico lanzaron miles de fósforos prendidos, su plástico fue reduciéndose hasta convertirse en una bola de fuego…
Todo pasó a posesión de los lápices: el sacapuntas, el taipe, los cuadernos, el cenicero, el escritorio, la alfombra, el profesor; el aula.”
Una poesía ideológica, consecuente con el contexto en que vivió Marco Nuñez, una poesía que percibe al mundo en toda su dimensión, va más allá de las ideas políticas, sino que se enmarca en el sentido social, literaturiza todo lo que mira, lo que observa, lo que siente, su experiencia personal se convierte en un proyecto generacional.
El proyecto que se consolida en el libro “Entre Bakunin y Jacqueline en Blue Jeans” el autor asume algo que el arte de las élites no puede hacer, es decir, asumir un compromiso social, debido a su edad se pensara que es ingenua, y como fue recogida luego de su desaparición, fue hilado al apuro, pero considero que su obra tiene un fin, un objetivo concreto y es el proyecto pedagógico y cultural de una literatura de la época, ser crítico, ser una alternativa a esa crisis de la civilización de occidente que emergía en América Latina. La literatura de Matapiojo, en Marco Nuñez es una alternativa valiente a la escritura de la burguesía, llena de elogios y premios pensada para la universalidad, pero no para el páramo ni el ondeo de los ponchos rojos, quienes somos los que resistimos, porque en este proyecto está la sangre de todos los luchadores, las voces que no tenemos nombre.
Referencias bibliográficas:
Cueva, Agustín (1987). Entre la ira y la esperanza. Editorial Planeta, colección País de la Mitad. Quito-Ecuador.
Gago, Verónica (2020). Lecturas sobre feminismo y neoliberalismo. Revista Nueva Sociedad No 290. Tomado de https://static.nuso.org/media/articles/downloads/2.TC_Gago_290.pdf
Luxemburg, Rosa (s/f). La acumulación del capital. Edicions internacionals Sedov. Núcleo en defensa del marxismo. Tomado de https://www.marxists.org/espanol/luxem/1913/1913-lal-acumulacion-del-capital.pdf
Nuñez, Marco (1989). Entre Bakunín y jacqueline en blue jean. Colección Matapiojo, edición independiente. Quito.
Quijano, Aníbal (2000) Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. En: Cuestiones y horizontes: de la dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder. CLACSO-Buenos Aires.
Velasco Diego (2015). Una generación abducida… Diez poetas ecuatorianos “sin nombre”. K-OZ editorial. Quito.
Velasco Diego (2008). Ecuador vive!!! (parte 1). 1983-2008. A sus 25 años. ¡EL matapiojo VIVE!
Ultimatum (2008). Poetas desaparecidos en Ecuador. Marco Núnez Duque (Quito 1967-1988). Tomado de http://ultimatumkitu.blogspot.com/2008/04/nunca-ms.html#
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