El Partido Popular Socialista PPS, fundado el 20 de junio de 1948 por el maestro Vicente Lombardo Toledano y un grupo de patriotas, plantea que los partidos políticos con registro en el Instituto Nacional Electoral (INE), deben ofrecer al pueblo su concepción respecto del desarrollo nacional y presenten las demandas fundamentales por las que luchan para que México sea un mejor país.
El PPS sí ha planteado su interpretación de la realidad nacional en un documento aprobado por el 26 Congreso, (20 y 21 /IV) Ninguno de los tres frentes electorales es capaz de hacerlo, hasta hoy.
Los tres frentes electorales sólo salen a solicitar el voto ciudadano en medio de la estridencia de campañas sin aclarar qué proyecto de nación ofrecen a los mexicanos. De hecho, la campaña se ha polarizado entre la candidata de la derecha (PAN, PRI, PRD) señora Xóchitl Gálvez y la candidata Claudia Sheinbaum del partido Morena y sus aliados (PT y PVEM) y, más que preocuparse por ofrecer propuestas, se han trenzado en acaloradas acusaciones de corrupción y de adjetivos, sobre todo por la candidata Xóchitl Gálvez, en múltiples ocasiones sin fundamento.
Frente a esas posiciones erróneas, el PPS se ha deslindado del gobierno y de la que llaman Cuarta Transformación porque el Partido tiene un posicionamiento distinto, con profundas diferencias que hemos estimado necesario explicar, al mismo tiempo que planteamos nuestro programa.
1.- Afirmamos que el modelo neoliberal que se implantó en México y que impulsó el Tratado de Libre Comercio, (hoy T-MEC) vino a sustituir la vía de desarrollo producto de la Revolución Mexicana establecida en las tesis de la Constitución de 1917; vía de desarrollo altamente eficaz que logró, entre muchas otras cosas, la extinción de la economía semifeudal del país para sentar las bases del desarrollo industrial.
El modelo neoliberal se propuso establecer en México un proyecto de nación basado en la hipótesis de que se iba a impulsar como nunca la producción a escala mundial y que surgía ya una nueva distribución internacional del trabajo, pero que además todos esos cambios serían dirigidos, no por los Estados, sino por las grandes empresas trasnacionales; que habría prosperidad para todos los países y que los que no se ajustaran a los cambios, no lograrían prosperidad alguna.
Sin embargo, China, India, Rusia, Brasil, Sudáfrica y países de Asia, mediante un Sistema de economía mixta, social productiva y regulada por el Estado, han llevado adelante su impulso económico logrando elevados índices de crecimiento y desarrollo y una política de progreso e integración regional demostrando que la concepción concentradora del neoliberalismo y el modelo unipolar liderado por Estados Unidos es un fracaso. La tesis dominante es que la globalización debe adquirir un carácter nuevo, tal vez multipolar, muy distinto al neoliberal.
Los políticos neoliberales del PAN y del PRI no se enteraron que las ideas neoliberales eran un fracaso y que eso fue demostrado por las catástrofes económicas de 1998, 2001 y 2008. Tampoco supieron entender la crisis mexicana de 1994-95. Por eso las llamadas reformas estructurales de Peña Nieto fueron un estrepitoso fracaso y cuando priistas y panistas quisieron ganar la elección del 1 de julio de 2018 era ya imposible. El descrédito de esa “teoría neoliberal”, era total. Por eso ganó López Obrador, sumando al factor económico sus innegables atributos personales.
2.- Hemos afirmado que desde el triunfo de las fuerzas progresistas en México en 2018 el país ha avanzado. Ha disminuido el “outsourcing” o subcontratación; se han aumentado los salarios mínimos como no ocurría en los últimos 50 años y se ha facilitado la “democratización” de las organizaciones sindicales; se fortalece a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad, ambas, propiedad del Estado; ya no se condonan los impuestos a la oligarquía; se han ampliado los programas sociales y se construyen obras de gran envergadura, etc.
3.- Sin embargo, el Partido Popular Socialista nunca estará de acuerdo con el gobierno del Presidente López Obrador, o con el gobierno del o la Presidente que sea, que proponga o acepte la integración económica de México con Estados Unidos. Podemos y debemos mantener una relación de intercambio comercial, científica y cultural con ese país y con todas las naciones del orbe, mas no podemos olvidar que Estados Unidos nos ha querido desaparecer como nación y que nos despojó de la mitad de nuestro territorio en la injusta guerra de 1847-1848.
Ni México ni ninguna nación latinoamericana es igual a Estados Unidos, ni tenemos los mismos propósitos. Esto es: ninguna nación de América Latina aspira a ser un país imperialista como Estados Unidos. En el momento en que alguno lo intentase sería aplastado por esa potencia. Por ello es necesario plantearnos caminos diferentes y no seguir la vía capitalista clásica.
Otro punto en el que por principios filosóficos, políticos y programáticos el Partido Popular Socialista no coincide con el gobierno de López Obrador es en la aceptación que su gobierno ha hecho del llamado TLC, ahora T-MEC, que ofreció “modernizarnos” al insertarnos en la globalización neoliberal, pues ha resultado lo que el PPS previó en 1994: nuestro país ahora es más dependiente y más subordinado a la economía estadounidense que antes de la firma del TLC.
En el discurso del Presidente López Obrador existen graves contradicciones: él se manifiesta como adversario del salinismo, pero su discurso, lleno de frases, se desmorona cuando acepta exactamente la fórmula de Salinas para atar a México a las fuerzas imperialistas de los Estados Unidos en lugar de llevar adelante el proyecto de independencia económica de nuestra nación con soberanía, desarrollando las fuerzas productivas que no hizo en su mandato y que el PPS siempre ha levantado como programa para lograr el avance independiente de México.
No estamos de acuerdo en la política equivocada del gobierno actual de aislar al sector científico, académico e intelectual progresista del país, al rechazar sin siquiera analizar y discutir las propuestas que le hicieron el 22 de agosto de 2018. Tampoco estamos de acuerdo en que a la educación no se le atienda de acuerdo a los principios del Artículo Tercero Constitucional, dado que es la principal palanca de desarrollo y del futuro del país. Vemos con angustia que la educación da vuelcos sin un proyecto definido de acuerdo a la Constitución.
En cuanto a la política sindical, vemos que el Presidente se ha colocado muy lejos de los sindicatos y de sus dirigentes, de los obreros y de trabajadores, de maestros y centrales sindicales, pero muy cerca de los patrones de la iniciativa privada.
Un punto más: no puede establecerse una nueva etapa de la historia si no se agotan las posibilidades de creación de las fuerzas productivas existentes. La ilusión de pensar en una nueva etapa de la historia de México con la llamada 4T está influenciada por filósofos idealistas y religiosos quienes dicen que los grandes líderes hacen la historia.
4.- Programa del PPS.- Para que México salga del embrollo neoliberal es necesario aplicar un Programa basado en la ciencia e impulsar la educación popular y científica; hacer que el Estado Mexicano recupere su papel de promotor de la política industrial; desarrollar al máximo las fuerzas productivas; hacer modificaciones en el papel del Banco de México; revisar a fondo el TLC (T-MEC) y modificarlo; atender la salud y la vivienda y cuidar la autosuficiencia alimentaria. Se necesita impulsar una reforma fiscal a fondo, aplicar impuestos progresivos y bajar el IVA al 10 %; atender a fondo el problema de la inseguridad y aplicar una verdadera reforma política, así como afinar la política internacional; fortalecer a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad e impulsar las energías limpias para proteger la salud del pueblo de México.
- Estados Unidos desata crack financiero global - septiembre 9, 2024
- La palma africana - agosto 20, 2024
- Presentación del repositorio digital de la Revista Espacios - julio 9, 2024
Deja una respuesta