Aunque el perfil intelectual y profesional de Virgilio Saquicela sea poco reconocido, en cambio su cambiante personalidad política es un claro ejemplo del legislador clásico: llegó con una camiseta y en pocos años ha debido cambiarse una y otra vez. No es, pues, muy edificante su ejemplo para la juventud y para la patria.
Veamos la trayectoria de quien ahora dirige la Asamblea. No hay datos por cuál andarivel político anduvo en la Universidad de Cuenca, pero ya en el 2004, es decir hace 19 años, alcanzó la concejalía de Azogues por Pachakutik, Movimiento al cual abandonaría y traicionaría años después.
La agrupación de ultraderecha Creando Oportunidades (CREO), encabezada por Guillermo Lasso, lo apoyó en el 2014 para la Alcaldía. Ganó en la contienda pero lo traicionó 8 años después, con profundo y calculado odio. Es en este período que los periodistas le recuerdan sus expresiones machistas contra las mujeres, que no las niega, pero las justifica señalando que “estaba alterado”.
Quizá fue por eso que al postularse a la reelección a la alcaldía en el 2019, también en representación de CREO, al que traicionará en 2023, el pueblo lo castigó y no lo reeligió.
Ya en el 2015, pero ahora aupado por el Partido Democracia Sí, aquella pequeña industria fabricante y comercializadora de candidatos, ganó una curul. Dado que se hallaba en soledad porque fue el único legislador de su partido de entonces, entró de lleno al mundo de los compromisos electoreros y se unió al BAN, que era un movimiento a favor de Guillermo Lasso, quien obtuvo la presidencia del Ecuador, pero sin un fuerte apoyo legislativo. Este amor le duró un año porque fue expulsado del BAN en el 2022 “por su proceder irregular, ilegal y antidemocrático en el Consejo de Administración Legislativa” (CAL).
No obstante, siempre usando su muñeca de manera genial, se coló en la primera vicepresidencia de la Asamblea gracias al acuerdo entre el BAN, el Movimiento Pachakutik y el partido Izquierda Democrática. Nunca nadie como él, estuvo en el sitio adecuado y en el momento oportuno. El 30 de mayo del 2012 asumió la presidencia, tras la destitución de su coidearia, Guadalupe Llori.
El 14 de mayo del 2023, tras una viscosa alianza de correistas, socialcristianos, una fracción de Pachakutik, Izquierda Democrática y otros remanentes de diversas organizaciones políticas que están a la caza de prebendas desde el mismo día que comenzó este período legislativo, asumió la presidencia de la Asamblea en el marco del juicio al presidente, lo que le ofrece nuevas formas de alianzas aunque sean contra natura.
Se supone que el entendimiento se basó en conseguir la mayoría para censurar a Guillermo Lasso, pero con estos antecedentes nadie sabe cuál será mismo el destino del voto de Saquicela, más aún si se considera que esta caldera del diablo tiene un comportamiento errático.
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