El 2019 se caracterizó por una movilización muy importante en todos los continentes del planeta. En América, concretamente en Latinoamérica, acciones muy importantes se desarrollaron en nuestro propio país, en Chile, Colombia, Paraguay, Brasil, Argentina, Honduras, Panamá, Haití, Puerto Rico… Es evidente que estamos en presencia de un fenómeno social que se vía venir tarde o temprano pues las iniquidades, las desigualdades se acrecienta cada vez más y, la gran masa de la población subsiste en estados verdaderamente calamitosos.
Con los números y estadísticas que nos llegan desde los propios organismos financieros internacionales podemos hacer una radiografía de la situación: así, según el propio Banco Mundial, las proyecciones del PIB (producto interno bruto) del planeta entero bordea los 88 Billones (millones de millones) de dólares para el año que acaba de terminar.
El PIB no es otra cosa que la producción de bienes y servicios durante un período determinado, que generalmente se lo establece para un período de un año; es el movimiento en general de la economía, de un país o, como en el presente caso, del mundo entero, es decir la suma de la economía de todos los países.
Si hacemos una operación muy sencilla, dividiendo el PIB del planeta ($88 billones) para el total de la población mundial (7.000 millones de habitantes) nos encontramos con un valor muy interesante de $12.570, que es el valor anual que le debería corresponder a cada habitante de este planeta.
Ahora, establezcamos el PIB familiar; en el Ecuador, se supone que una familia está integrada por cuatro miembros (padre, madre y dos hijos) aunque el INEC ya “asesinó” a una parte de ese cuarto miembro de la familia ecuatoriana y dice que es de solamente tres y algo…
Entonces, el PIB promedio o “sueldo” de una familia ecuatoriana debería ubicarse en alrededor de $50,000 anuales, equivalentes a unos $4.166 mensuales.
Con este valor, todas, absolutamente todas las familias ecuatorianas deberían tener sus necesidades cubiertas, incluso algunas “comodidades” como casa propia y autos. Es evidente que en otros países ese ingreso familiar sería inferior, como en los países del llamado primer mundo, ya que las familias Ciertamente son más cortas, pero, los ingresos serían de todas maneras muy importantes y, no debería existir pobreza, peor la miseria.
¿En dónde está el problema?: El problema estriba en que unos pocos acaparan la gran mayoría de la riqueza mundial en desmedro de la gran mayoría de la población; así, datos recientes revelan que en el planeta existen 15,4 millones de millonarios (con 1 millón o más de dólares), que ni siquiera llegan a representar el 0,3% de habitantes del mundo, pero que la riqueza que acumulan estos millonarios asciende a $58,7 billones, es decir, las dos terceras partes de la riqueza mundial, pero como quieren más y más, eluden sus obligaciones tributarias con artificios financieros y fiscales; por eso es que su patrimonio global creció un 2,6 % en el 2019.
Según el Banco Mundial, a octubre de 2018, casi la mitad de la población, 3400 millones de personas vivían con menos de US $ 5,50 al día y tenía dificultades para satisfacer sus necesidades básicas. Lo que no ha variado y, se sigue acrecentando.
Sin embargo, estos datos hay que tomarlos con pinzas, pues los mismos provienen de un organismo del imperialismo y, por ende, sus datos pueden ser aún peores…
Esto explica la ira y muchos sentimientos más de indignación en los levantamientos populares generados.
¿Qué pasa en el Ecuador?
En el Ecuador existen 270 grandes grupos económicos que manejan anualmente una cifra que bordea los 68.000 millones de dólares.
Los integrantes de esos poderosos grupos monopólicos, más sus respectivas familias y “agregados” representan mucho menos del 1% de la población ecuatoriana, estimada hoy en día en unos 17 millones de habitantes.
Pero, resulta que esos pocos y poderosísimos ecuatorianos, manejan aproximadamente las dos terceras partes de la economía del Ecuador (es la relación de los 68.000 millones de dólares con respecto a 108.000 millones, que es el PIB del Ecuador para el año 2019).
Si estos números los ponemos ahora en blanco y negro, encontramos una realidad horripilante: la gran mayoría de ecuatorianos sólo tiene acceso a una comida diaria pues, las dos restantes, de las tres comidas con las que se supone debe tener acceso, se las “engullen” esos pocos ecuatorianos.
Esto explica entonces, el levantamiento indígena popular de octubre del año anterior, que evidentemente continuará, pues las iniquidades señaladas no solo que persisten, sino que se agravarán, como producto de la crisis en que se debate nuestro país, crisis esta que afecta también a la generalidad del planeta entero, lo que ocasionará que los mismos se radicalicen y se amplíen a otras naciones …
Y, así podemos hacer el análisis para cada país y, nos encontraremos con resultados similares. En Chile, por ejemplo, a más de esta desigualdad parecida, el país entero fue subastado y, la educación, la salud, el seguro social, servicios básicos como energía, agua, fueron privatizados. Los chilenos eran como inquilinos que tenían que pagar por vivir en su propia casa. Ese modelo “exitoso” que exhibía el fascismo, en Chile, la cuna del neoliberalismo, fue orquestado por Pinochet en los años 70 del siglo pasado, quien era no solamente un criminal que asesinó a miles de chilenos sino un ladrón, pues hace poco tiempo se encontraron algo así como 125 cuentas en bancos extranjeros, en donde los aportes de los trabajadores chilenos para su seguridad social, privatizados en las tristemente célebres AFP le depositaban los correspondientes “peajes”; y, resulta, que uno de los hermanos del presidente Piñera, alto funcionario durante la dictadura chilena, es hoy propietario de una de esas AFP.
Entonces, lo que ocurrió en Chile fue una gran explosión popular, como fruto de la ira e indignación contenida durante varios años
Por eso decían los millones de chilenos levantados, que no reclamaban por los $0.30 en que se subió el precio del pasaje en el metro santiaguino sino, que lo hacían por los 30 años de latrocinios que habían llevado a la gran masa de la población acondiciones de pobreza y miseria.
El conocido actor de cine y televisión chileno Alejandro Goic, decía hace poco que su país está dominado por unos empresarios LADRONES presididos por un presidente DELINCUENTE…
Y, podemos pasar revista a los diferentes países donde hubo las convulsiones y nos encontramos con un panorama similar:
Colombia, uno de los países más inequitativos del mundo, es realmente un narco Estado. Es el país que produce el 70% de la cocaína en el mundo; si no hubiera tremendo y gigantesco movimiento económico como producto de la droga, Colombia estuviera en la quiebra…, Pese a esta “ayudita”, el país vecino tiene uno de los índices de desempleo más grandes del mundo que bordea el 10%.
Lo anterior, se parece a lo que ocurre en Afganistán, primer país productor mundial de otra droga, la heroína, País que por coincidencia comillas tiene una masiva presencia de tropas norteamericanas y al que no se le presta mucha atención y, que está igualmente convulsionado por los mismos problemas de los otros países ya señalados.
En definitivas cuentas, el 2020 será muy importante para los trabajadores, para los sectores populares, para los jóvenes, para los pueblos del mundo, pues vale insistir, las causas de sus acciones están allí y, más bien las mismas tienden a agudizarse; por eso los pueblos despiertan, se levantan y se movilizan para enfrentar a sus explotadores.
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