Promesa incumplida

 

En la provincia de Manabí, en la ciudad de Portoviejo capital de los manabitas se encuentra el “Colegio Nacional Olmedo” el primer centro laico del Ecuador y uno de los establecimientos educativos más representativos del país creado mediante acuerdo legislativo, el 29 de septiembre de 1852.

 

En 164 años de historia, esta institución educativa ha brindado un aporte académico invaluable en la formación de grandes profesionales y en la participación de los estudiantes en grandes jornadas de lucha por el mejoramiento de la educación y el respeto a los derechos estudiantiles; también la juventud Olmedina ha sido protagonista de acciones en defensa de la provincia y de las reivindicaciones de los pueblos del Ecuador.

 

Quienes pasamos por esta institución hemos denunciado permanentemente el abandono que ha sufrido el Olmedo por los gobiernos de turno, y el actual Gobierno no se queda atrás. Con bombos y platillos el gobierno nacional a través del Ministerio  de  Educación, ofreció construir y convertir en  Unidad del Milenio al Colegio Olmedo,  a un costo de 5´246.457,08 dólares en un plazo de 242 días a cargo de la constructora Sinohydro Corporation Limited. Se iniciaron los trabajos en noviembre del 2014, toda la infraestructura del colegio fue destruida para dar paso a “nuevas edificaciones”, por tal motivo se reubicó a más de tres mil estudiantes en el Colegio Aguirre Abab, un establecimiento privado que dejó de funcionar algunos años atrás, cuyas instalaciones no prestaban las condiciones mínimas para que los jóvenes puedan continuar sus estudios. En consecuencia la promoción de ese año culminó sus estudios en aulas calurosas y patios llenos de polvo en donde muchos padecieron enfermedades gripales.

 

 

 

Esta situación calamitosa en la que se encontraban los estudiantes y maestros era soportada con la esperanza de un nuevo plantel. En el 2015 el Coronel Manuel Rivadeneira en ese entonces Coordinador Zonal del distrito 4 de educación ordena el traslado de los estudiantes a aulas móviles cuyo presupuesto fue de $ 13 mil dólares cada aula. Las aulas móviles eran instalaciones sin climatización, ni siquiera había un ventilador, ni árboles. Los accesos destruidos, el patio lleno polvo en verano y en tiempos de invierno lleno de lodo,  totalmente inundado e inseguro.

 

Poco a poco las ilusiones de la comunidad educativa fueron evaporándose, hasta que en junio del 2015, paralizaron la obra por supuestos “problemas técnicos” argumentando que la obra sería entregada en noviembre del 2015, y a decir del coronel Manuel Rivadeneira, coordinador Zonal del distrito 4 de educación “la obra tenía un avance del 45 % y necesitaban un millón de dólares más para obras complementarias para colocar en edificios que son de patrimonio cultural”.

 

 

 

A marzo del 2016, continúa paralizada la construcción, las pocas aulas construidas están cuarteadas, cubiertas de malezas en medio de fierros oxidados y en algunos casos sus paredes caídas.

 

Una vez más queda al descubierto la irresponsabilidad del Gobierno y sus representantes en el área educativa. Anunciaron e iniciaron una obra cuyo presupuesto inicial se ha incrementado según declaraciones de las autoridades educativas, sin que el  avance de la obra  justifique tal incremento e incumplieron  con los plazos de entrega.

 

Ante tal circunstancia los jóvenes agrupados en la FESE y el FREO con el apoyo de ex estudiantes y la comunidad manabita en general decidimos conformar un frente en defensa del colegio Olmedo, realizamos plantones exigiendo se reinicie de manera inmediata los trabajos y se entregue una Unidad del Milenio como fue el ofrecimiento de Rafael Correa y  no lo que se ha anunciado por voceros del gobierno una simple repotenciación de nuestra institución.

 

Los Olmedinos no permitiremos una burla más, exigimos respeto, y queremos se cumpla con nuestra provincia y el país. Exigimos a los organismos de control del Estado que auditen la ejecución de esta obra y que las autoridades educativas, el Ministro de Educación y el presidente Rafael Correa rindan cuentas de este incumplimiento y asignen los recursos económicos para que se culmine la obra.