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Por: José Villarroel Yanchapaxi

Fotografía: Archivo

¿Gatopardismovejuno?

 

Il Gattopardo  es la novela del duque Giuseppe di Lampedusa, publicada en 1958. La historia transcurre al sur de Italia en 1860 cuando las tropas de Garibaldi y las ideas de Mazzini parecían anunciar el colapso del orden tradicional y el advenimiento revolucionario de Italia. El príncipe Fabrizio Salina, protagonista de la novela en cuyo escudo nobiliario se destaca la figura de un gatopardo (felino parecido al gato montés) teme el advenimiento de los nuevos tiempos y el fin de la nobleza. Se entera con horror, además de que su sobrino Tancredi se ha unido a los revolucionarios.

 

Cuando el príncipe recrimina a su sobrino, éste lo tranquiliza diciendo que la familia Salina saldrá intacta, de una manera o de la otra, de la agitación porque, si pierden los revolucionarios, Tancredi confía en que su tío lo protegerá y, si ganan, él estará entre los vencedores para proteger a su tío. Es entonces cuando Tancredi da a conocer una fórmula que deslumbra a Fabrizio: "Si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie". Desde ese momento, Fabrizio y Tancredi se asocian en secreto en virtud de un pacto familiar, bien a la siciliana.

 

Fuente ovejuna es una obra de teatro escrita por el español Lope de Vega el año 1619. La obra se basa en un episodio histórico que ocurrió en Fuente Ovejuna, un pueblo cordobés en 1476. Era la época de la reconquista y de la sociedad feudal tardía. Este pueblo fue sometido no a la monarquía sino a la Orden de Calatrava.

 

El Comendador del pueblo, Fernán Gómez de Guzmán, no respetaba las leyes y abusaba de su poder, traicionando los principios feudales y comportándose como un tirano. No sólo traicionaba al pueblo, sino también a los Reyes Católicos, cuando decidió atacar Ciudad Real. Tras una dura batalla, conquistó dicho pueblo para el bando de Juana la Beltraneja. Mientras tanto, Laurencia, la hija del alcalde, en confidencia le dice a una amiga que el Comendador, que ya tenía fama de aprovecharse de las mujeres del pueblo, le había propuesto ser amantes, pero ella lo rechazó.

 

Los Reyes Católicos se enteraron de que la Ciudad Real había sido conquistada por las tropas del Maestre de Calatrava y de Fernán Gómez, entonces enviaron sus tropas a Ciudad Real para derrotar a los de Calatrava y retomar la ciudad. El Comendador se encontró por casualidad con Laurencia y trató de llevarla a su palacio a la fuerza. En ese momento llegó Frondoso, que está enamorado de Laurencia, y la rescata, apuntándole su ballesta al Comendador. Tras este suceso, el Comendador, furioso por el rechazo de Laurencia quiere detener a Frondoso por haberlo amenazado con la ballesta. Además, recibe la noticia de que los Reyes Católicos han retomado Ciudad Real. Frondoso pidió la mano a Laurencia y ella aceptó, pero en medio de la celebración de la boda, llegó el Comendador y detuvo a los novios.

 

El pueblo, ya harto de los robos, atropellos y crueldades del Comendador, decidió unirse y tomar la justicia por su mano. Una noche llegaron al palacio, invadieron su casa y lo mataron en nombre de Fuente Ovejuna y de los Reyes Católicos. En el juicio, cuando el juez preguntó ¿Quién mató al Comendador? todo el pueblo respondió: “Fuente Ovejuna, señor”. El pueblo pidió el perdón real y los Reyes Católicos absolvieron al pueblo, porque era imposible determinar la identidad de los culpables concretos, e incorporaran la villa a la corona.

 

He querido hacer un breve resumen estas dos obras de la literatura universal para analizar lo que ocurre luego de una década del gobierno de Alianza País en la política del Ecuador. Este momento inédito, sui generis que ocurre en la región  en que asistimos al fin de los regímenes llamados progresistas.

 

Lo que políticamente he dado en llamar gatopardismovejuno, sería un cuerpo bicéfalo en el que por un lado estarían los ovejunos liderados por Rafael Correa y los gatopardos liderados por Lenín Moreno por el otro.

 

 Dos estilos de gobernar aparentemente diferentes pero complementarios. El uno  confrontador virulento y agresivo, el otro más afable, bonachón que no insulta como su antecesor y que más bien llama al diálogo. Lenín Moreno se presenta como conciliador y responde al loco del ático sin enfrentarlo frontalmente sino de refilón, escudado en la Física cuántica.

 

 

Lenín Moreno aún gobierna con ciertos defensores a ultranza del correísmo: María Fernanda Espinosa Ministra de relaciones exteriores y movilidad humana, Rosana Alvarado Carrión Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, Miguel Carvajal Ministro de Defensa Nacional, Alejandra Vicuña Ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda además de Vicepresidenta encargada ante la situación  Jorge Glass de Vicepresidente sin funciones, Fander Falconí Ministro de Educación, Augusto Barrera ex Alcalde de Quito y titular de la Secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación  SENESCY, José Serrano Presidente se la Asamblea Nacional, entre otros.

 

 El gatopardismo morenista no ha podido desmarcarse del todo pues no sería políticamente correcto si se supone que pretende hacer una política de inclusión porque mal que le pese, allí están los mismos personajes que lo llevaron a la Vicepresidencia, luego a Ginebra y finalmente a la Presidencia (bajo sospecha de fraude).  Asambleístas elegidos al amparo de Rafael Correa así como Jueces, Ministros, Viceministros, funcionarios del Concejo Nacional Electoral como Juan Pablo Pozo y Gustavo Jalk del Concejo de la Judicatura etc., quienes con uñas y dientes tratan de defender el resquicio de poder que aún queda del correato.

 

Han desaparecido las canciones pseudorevolucionarias que al final resultaron un refrito de lo que alguna vez, fue el sentir de la verdadera izquierda revolucionaria. Ya no se habla fervientemente de la década ganada, los actos de corrupción en la Refinería de Esmeraldas, Petroecuador, la Hidroeléctrica San Francisco, Toachi Pilatón, Manduriaco, Trasvase Daule-Vinces, Poliducto Pascuales-Cuenca, Planta de gas natural Bajo-alto, casi todas ellas ejecutadas por la compañía brasileña Oderbrecht, con millonaria coimas que fueron a parar en los bolsillos de Ricardo Rivera, tío de Jorge Glass, además de los negociados del petróleo con Petrochina, etc., se vuelven cada vez más evidentes y aquello ha hecho caer por los suelos el mito de Rafael  Correa como el gran constructor de las megaobras.

 

“Creo que se podía ser un poquito más mesurado el momento de dejar cuentas en mejores condiciones… poco a poco, toda la gente va a ir abandonando ese comportamiento”, expresó Moreno.

 

Los ovejunos hablan de la mesa servida y los gatopardos que no ha habido tal mesa servida pero recurren a las mismas recetas económicas de su antecesor. Medidas económicas barnizadas por el diálogo con empresarios y banqueros que vieron crecer su patrimonio económico durante el segundo boom petrolero de comienzos del siglo XXI.

 

Los ovejunos correístas hablaban de cambio de matriz productiva mientras los gatopardos morenistas dicen que no ha habido tal cambio que más bien la matriz está podrida y que  por lo tanto necesita de todos porque los ovejunos han dejado pelado al país y llenos de elefantes blancos como Yachay la ciudad del conocimiento en Urcuquí provincia de Imbabura: “Pensé encontrarme con una universidad llena de laboratorios… Hay edificios que tienen serios problemas estructurales… La vías son insuficientes y los servicios bastante pobres”.

 

 

 Otro monumento al engaño y al derroche correísta es la inexistente Refinería del Pacífico situada en el Aromo Provincia de Manabí que según el Gobierno, en estos últimos nueve años se han invertido USD 1 530 millones no más para aplanar los terrenos. Lenín Moreno declaró que si no había inversionistas la descartaría.

 

Los nuevos ricos ovejunos del correísmo son los que más están de plácemes,  camuflados en el gobierno morenista y gatopardo. Se pasean con autos de lujo y han adquirido casas y departamentos en lugares exclusivos de Quito, Guayaquil y hasta en Miami. Son militantes de bajo perfil pero con amplia capacidad de decisión dentro de Alianza PAIS pues siguen enquistados en el régimen del Licenciado Lenín Moreno como asesores, en Secretarías o Subsecretarías o como servidores públicos de menor rango.

 

A la frase de Correa: "Es obvio que el 2 de abril derrotamos a la oposición, no estoy muy seguro si ganó la Revolución Ciudadana", Moreno respondió: "Por si alguien duda, perdió la oposición. La Revolución Ciudadana ganó y continúa". “Yo les estoy también agradecido por no haber votado por mí. A los que les estoy agarrando un poco de odio es más bien a los que votaron” afirmó en agosto 29 de 2017, durante una reunión con representantes de la banca privada.

 

Los ovejunos extrañan el autoritarismo de Rafael Correa, la inmisericorde propaganda, las sabatinas, el populismo rencauchado en un sincretismo absurdo propio de la idiosincrasia de la mentalidad política ecuatoriana. Los gatopardos hacen lo mismo pero distinto con una estrategia comunicacional más dosificada que intenta borrar la imagen tóxica del correísmo y posicionar la imagen de Lenín Moreno como el nuevo líder de la Revolución Ciudadana.

 

Aquello ha provocado un resquebrajamiento en el bloque de Asambleístas de Alianza PAIS tal como lo demuestra la declaración de Jorge Yunda: "Señores asambleístas de la bancada oficialista. Yo fui elegido por el pueblo no por Uds., yo si tengo la capacidad de razonamiento propio por algo estoy aquí, yo me caracterizo por mi inteligencia y la he demostrado en mi decisión de voto señores. Yo ¿Qué culpa tengo de que Uds. no puedan razonar? ¿Acaso Uds. me eligieron? Yo soy un servidor público y el pueblo es quien me paga”.

 

Como diría la sabiduría popular unitos y otritos creen que el pueblo ecuatoriano es “cárgame las puertas”. Las camisas y banderas verde flex poco a poco han ido desapareciendo para dar paso a banderas blancas o los pañuelos rojos pues se acabó la época de las contramarchas, del sánduche y la cola porque estamos en austeridad.

 

Algunos estómagos de ovejunos correístas y gatopardos morenistas defienden ambos bandos con timoratos carteles van a defender a Jorge Glass preso en la cárcel 4 de Quito e investigado por la Fiscalía de actos de corrupción o pugnan por retomar su espacio en la Plaza de la Independencia vetado hace una década para los movimientos sociales, los trabajadores y los luchadores populares, en tanto Gabriela Rivadeneira, Marcela Aguinaga y compañía tratan de salvar lo último que queda de la época ovejuna soñando con la vuelta de Rafael Correa y llamar a una Asamblea Constituyente para que pueda presentarse como candidato.

 

 "Que todo siga igual" quiere decir que como en la historia escrita por Giuseppe di Lampedusa ovejunos y gatopardos seguirán por una vía o por la otra al límite de la sociedad ecuatoriana "Que todo cambie" quiere decir que el predominio del  supuesto proyecto de la Revolución ciudadana continuará, de ser necesario, bajo nuevas formas adaptadas a los nuevos tiempos electorales. La oposición y ciertos hijos del yugo se entusiasman en las calles y en las plazas porque cree que todo está cambiando. En la cafetería de los intelectuales, ciertos académicos saben que todo sigue igual, que en el fondo el gatopardismo morenista necesita de la Consulta Popular para legitimarse pues viene de un aborto del cual él fue parte y que se llama Socialismo del siglo XXI.

 

*Magíster en Estudios Latinoamericanos.

 

 

 

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